jueves, 2 de abril de 2020

CARTA A SÁNCHEZ E IGLESIAS







CARTA A SÁNCHEZ E IGLESIAS.
 
Señores Sánchez e Iglesias, no me dirijo a ustedes para recriminarles la falta de EPI (equipos de protección individual), sino por su cataclismo en DPC (decisiones de protección colectivas). Trabajo en un centro de salud de Madrid donde hemos dispuesto en todo momento de EPI.


 Recrimino su tardanza en decretar el estado de alarma.
El 9 y 10 de marzo asistí a cuatro pacientes que una semana después eran ingresados en estado crítico. Ninguno de ellos cumplía criterios epidemiológicos de infección por coronavirus cuando acudieron a mi consulta y fueron atendidos sin ningún tipo de protección. No les reprocho el peligro que esto supuso para mi salud, la de mis compañeros, familiares y pacientes. Mi intención es detallar la magnitud de la infección en Madrid apenas unas horas después de su «querida» manifestación del 8-M. Lo que me aflige es haber errado en el diagnóstico y seguimiento de mis pacientes. He pedido perdón a sus familias. Ustedes también deberían proceder.

Tengo familia (algunos infectados y pasándolo muy mal) en diversos lugares de España. Ustedes están obligados a pedirles perdón por omitir decisiones inexcusables como aislar los puntos iniciales de mayor incidencia (Madrid, La Rioja y Álava). Esta disposición habría evitado cuantioso sufrimiento a muchos españoles.


Volviendo a mi actividad laboral de médico de familia, no saben cuánto han influido ustedes en la población al no respetar su cuarentena, y lo que nos cuesta explicar a los pacientes la carencia de tests diagnósticos, mientras ustedes, «la casta» y su parentela, se los reiteran en las coyunturas necesarias. Y en el colmo del despropósito, por su falta de vaticinio, razonarles que precisan ser remitidos al hospital para disponer del remedio para su afección.


En tan solo dos semanas he analizado múltiples estudios de los compañeros médicos de China, investigaciones al alcance de sus asesores desde hace meses. Sin ser un experto en la materia he sacado tres conclusiones principales: las medidas de aislamiento son efectivas, especialmente cuando se aplican en forma y tiempo adecuados. El diagnóstico precoz es fundamental para el manejo de esta enfermedad. Y hay fármacos que pueden reducir la carga viral, es decir, la capacidad nociva y de transmisión del virus.


Señor Sánchez, si usted hubiera destinado el 50 por ciento de la energía que consumió en cosechar la exhumación de Franco en implementar precozmente las medidas de aislamiento y en la compra o fabricación de fármacos como la hidroxicloroquina, distinto nos hubiera ido a todos los españoles.


Señor Iglesias, si usted hubiera gastado en obtener los tests de diagnóstico rápido la cuarta parte del vigor empleado en finiquitar el heteropratriarcado y en promover caceroladas contra el Rey, creo que muchos españoles le estaríamos agradecidos.

Señores Sánchez e Iglesias, dejen de justificarse y de criticar a la sanidad madrileña, gocen de dignidad política e imploren perdón a todos los españoles. Váyanse a su casa. Permítannos llorar a familiares, compañeros y pacientes fallecidos sin rabia contenida.

(ABC/2/4/2020.)

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