viernes, 9 de diciembre de 2022

VOX NO ES FASCISTA

 

VOX no es fascista

Por Gabriel Le Senne

Me van a permitir que me inmiscuya en este debate, puesto que me afecta personalmente. No en vano decidí allá por junio ofrecerme a VOX para ayudar en lo que pudiera. Lo hice en vista de la situación de nuestro país -y del mundo en general-, con ánimo altruista de ayudar a la sociedad donde creo que es más necesario. Y tuvieron a bien ofrecerme un cargo orgánico, que acepté sintiéndome honrado.

Por tanto, no puedo escuchar cómo califican de fascista a una organización en la que me integro y no hacer nada. Si la acusación es cierta, debo abandonarla inmediatamente. Y si es falsa, debo desmentirla, con mis humildes medios. Por mí que no quede.

Les desvelo ya mi opinión, que no les causará mucha sorpresa: la acusación, evidentemente, es falsa. Es más, esta falsa acusación de ultraderecha y fascismo, aireada y repetida por tantos medios de comunicación y por todo el resto del arco parlamentario, fue uno de los motivos que me llevó a rebelarme y unirme al proyecto. Porque ante todo, está la verdad. Es más, mis escasos lectores habituales ya saben que uno es católico, ojalá ‘ultracatólico’, y por tanto está para servir a la Verdad.

Uno es también liberal; ¿quizás ultraliberal? En el sentido de que comprendo la insustituible importancia de la economía de mercado para el bienestar común, y la aún mayor importancia moral de la libertad de cada persona, y por ello soy partidario de tener al poder lo más controlado posible. El Gobierno está para servir al ciudadano, y no al revés. No hemos hecho todo este trayecto como civilización para acabar volviendo ni a la monarquía absoluta ni a la plutocracia.

Mis ideas están por escrito desde 2015 en el ensayo “Dios nos hizo libres. Apología del cristianismo y el liberalismo”. Mucho antes de VOX, por tanto. Entonces militaba en el Partido de la Libertad Individual (P-LIB). Perdón por la autocita, pero me parece necesaria. Porque si alguien confunde a un católico partidario de la democracia liberal y el mercado libre con un fascista, entonces sólo demuestra que hoy se denomina ‘fascista’ a todo el que se enfrenta al poder.

¿Qué caracteriza al fascismo? Precisamente, la acumulación de todo el poder en manos de un gobierno intervencionista (o sea, técnicamente, socialista) aliado con las grandes corporaciones. Es decir, justo lo que estamos viendo tanto en España como en Occidente en general, y en el mundo ‘woke’ en particular.

Se caracteriza también por la exaltación nacionalista. Supongo que es por aquí por donde atacan a VOX. Pero no se puede olvidar que VOX es una reacción a la agresión previa contra la nación española. Es un movimiento de defensa frente a un problema evidente, cuya expresión más clara, a partir de la cual ya no cabe discusión alguna, es el referéndum del 1-O y la subsiguiente declaración de independencia por parte de los sediciosos catalanes.

Por tanto, son los socios del Gobierno español, como Bildu, ERC y demás, quienes cultivan un nacionalismo agresivo, que viene forzando con total deslealtad los límites del régimen constitucional que se ideó con tal de contentarles. En vista del fracaso de este intento de solución amistosa, insisto, por incumplimiento del pacto constitucional por los separatistas -con la colaboración de la izquierda-, tiene toda la lógica proponer una reforma en profundidad de la organización territorial del Estado, puesto que el actual sistema está agravando el problema en lugar de solventarlo.

Por otro lado, se acusa también a VOX por parte de algunos liberales, de ser excesivamente intervencionista en lo económico. Sin embargo, creo que existen dos grandes argumentos contra ello. El primero, que estamos viendo por desgracia en este 2022 hasta qué punto es importante la geopolítica. Existen una serie de sectores estratégicos que no pueden dejarse completamente en manos de terceros países, por más que económicamente sea lo más rentable en un momento determinado.

Además estamos viendo la tendencia a la creación de monopolios y oligopolios, en muchos casos precisamente por la acción de los gobiernos, que los favorecen, pero en otras por simples cuestiones económicas o tecnológicas. Por ello, siempre será necesaria una mínima vigilancia por parte de las autoridades, precisamente para preservar el buen funcionamiento del mercado. Aunque obviamente siempre debe velarse para que realmente sirva al interés general y no al de algunos, y para ello son indispensables unas instituciones sólidas, una prensa libre, y unos ciudadanos bien formados.

Por ambos argumentos, creo que es VOX quien acierta, y no esos liberales dogmáticos que no tienen los pies en el suelo, porque aplican siempre las mismas recetas y esquemas mentales para alcanzar soluciones sencillas teóricamente, pero absurdas en nuestras circunstancias. Ya saben, aquello de “no dejes que la realidad te estropee una buena teoría”.

Finalmente, indicar que la falsedad de esta acusación de fascismo nada tiene que ver con la realidad de otras como la del comunismo de la extrema izquierda, que ellos mismos reconocen, por ejemplo empleando y honrando símbolos como la hoz y el martillo o a dictadores como Joseph Stalin. Es una vergüenza, que cuestiona la calidad de nuestra democracia, el que alguien pueda sentir miedo o vergüenza de confesar que simpatiza con VOX, mientras que los comunistas están socialmente bien vistos.

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