Batalla cultural
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Leo un artículo de Antonella Marty, politóloga, activista por la libertad en Latinoamérica y autora de El manual liberal (Deusto). El título de su artículo es ‘La batalla cultural es incompatible con el liberalismo’.
Su idea central es la siguiente: ‘La "batalla cultural" no se refiere a la discusión de ideas políticas, sino a la pretensión de un grupo mayoritario o minoritario -igual da- de imponer sus puntos de vista sobre costumbres y modos de vivir ajenos’.
Y concluye. ‘Por un lado, sectores religiosos extremos… La otra ala es la que se hace llamar "liberal", que comparte las mismas inquietudes acerca de que la sociedad abierta, cuando se abre (valga la redundancia), entra en decadencia. Pero los "liberales", como no pueden o no quieren admitir que han dejado el liberalismo al hacerse parte de la cruzada, también recurren al genérico de "batalla cultural".
Creo que estas citas eran necesarias porque resumen bien la idea central de esta politóloga. Por cierto, es curioso que la autora parece estar a favor del mercado. Dice: ‘La cultura es el mercado observado desde otro punto de vista’.
Estoy de acuerdo en la importancia del mercado, a pesar de que no apoyaría un mercado que no tuviera el contrapeso del Estado, ni un Estado que no tuviera el contrapeso del mercado. ¿Por qué? Porque la acumulación de poder es antiliberal. Como la Historia enseña, la acumulación de poder siempre facilita la opresión.
Segundo paso. Dar la ‘batalla cultural’ contra la ‘cultura dominante existente’ sería antiliberal, dice la autora. Esto sería correcto si la cultura dominante realmente existente hubiese sido el resultado de ‘juego limpio’ en el hipotético mercado cultural, y la nueva ‘batalla cultural’ quisiera imponer otra ‘hegemonía cultural’. Concretemos.
En la España actual, la gran mayoría de los medios de comunicación son de izquierdas. Influyen, más que cualquier otra opción ideológica, en lo que la gente piensa. Y del pensamiento se pasa a la acción. Desde Gramsci, al menos, la izquierda controla el mundo de la cultura y los medios de comunicación.
En primer lugar, todas las leyes educativas han sido socialistas, excepto una (del PP) que duró seis meses. Repito, todas. O sea, llevamos décadas de educación/adoctrinamiento de izquierdas a generaciones de españoles. En segundo lugar, el gobierno de Pedro Sánchez ha subvencionado- directa o indirectamente- ingentes cantidades de dinero a medios de comunicación/manipulación. (‘Pedro Sánchez inyectará 240 millones en publicidad en la Prensa’. El Cierre Digital/21/abril/2021.)
La cultura política dominante, en España, es claramente de izquierdas. Cualquiera que viva en España, lo sabe. De todos modos, pondré un ejemplo que es suficiente para el que quiera entender. Una propaganda destacada del PSOE es: ‘Somos la izquierda’.
Sólo un grupo con plena consciencia de su superioridad moral y política (falsa, por supuesto) es capaz de decir esta chorrada. También podrían haber dicho, ‘Somos la repanocha’. Es una infantiloide propaganda para progres orgullosos de su- falsa- superioridad moral. El socialismo es una especie de religión laica que tiene sus fanatizados conversos. Pedro Sánchez (en estos momentos, finales de septiembre 2023) está vendiendo España a sus enemigos, para mantenerse en el poder. A pesar de esta repugnante traición a España y a la Constitución, millones de progresistas fanatizados, le siguen votando.
Por cierto, la autora del artículo, a pesar de que parece defender el mercado, rezuma marxismo por todos lados. Me da igual, pero hace dudar mucho de que su defensa del mercado sea fiable.
La autora supone que los que dan la batalla cultural (que son- según ella- sectas religiosas extremas o falsos liberales) pretenden sustituir la cultura dominante de izquierdas e imponer otra ‘cultura dominante’.
Pues bien, esto es típico de mentalidades antiliberales, o totalitarias. Y la autora parece serlo. De ahí su marxismo.
La ‘batalla cultural’ que yo defiendo, además de mostrar las mentiras y medias verdades de la ‘cultura dominante’ (de izquierdas), trata de liberar a los ciudadanos del sometimiento a las ‘hegemonías culturales’, para que puedan decidir libremente. No se trata de imponer otra hegemonía cultural. ¡Atrévete a pensar por ti mismo! Por eso, una ‘batalla cultural liberal’, requiere que el sistema educativo no sea adoctrinador- como ahora- sino transmisor de conocimientos. Ciudadanos bien formados e informados para no ser fácilmente manipulables por los demagogos de turno y las criadas mediáticas. Esto es absolutamente importante. Y los medios de comunicación no deberían estar cuasi monopolizados por la izquierda. Lo menos malo es que estén repartidos, para evitar la acumulación de poder.
Esta es la ‘batalla cultural’ que apoyo y es compatible con el liberalismo.
Decía A. Machado: ‘De diez cabezas, nueve embisten y una piensa’. Se trata de rebajar este alarmante número nueve. Los liberales no quieren una sociedad de borregos. Los totalitarios, los necesitan.
Socialistas, comunistas, golpistas y filo etarras, no son ‘progresistas’, como presumen. Son los ‘nuevos fascistas’. No se deje engañar por las criadas mediáticas subvencionadas, tertulianos/as/es y equidistantes. Ahora los enemigos de España (convictos y confesos) le harán creer que la amnistía y el referéndum son democráticos. ‘Con la amnistía se constatará que el Ejecutivo (P. Sánchez) puede eludir y despreciar al poder judicial, que una mayoría parlamentaria exigua y el control del Tribunal Constitucional bastan para retorcer la Constitución’. (Guadalupe Sánchez/The Objective.)
Postdata para ingenuos. Lo que pretende la izquierda, al decir que la ‘batalla cultural’ es antiliberal, es que la derecha no haga nada y siga la ruinosa hegemonía cultural de la izquierda, que se traduce en leyes sectarias cuyo incumplimiento es castigado.
Los diplomáticos alertan de la creación de un cuerpo de Acción Exterior catalán mientras Moncloa calla: "Es gravísimo". (El Debate). El Gobierno permite a las 'embajadas' del Govern actuar en nombre del Estado catalán. Ya en la pocilga, Sánchez se hace la foto con Bildu, el brazo político de ETA.
La estupidez y la infamia, progresan adecuadamente. ¡Decídase, ciudadano, o borrego progresista!
PD. Rotunda condena a Hamás. Israel denuncia oficialmente las decapitaciones de bebés durante el ataque de Hamás.
Sebastián Urbina.
(MallorcaDiario.)
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