ACORRALADO (ESTO TIENE MUY MALA PINTA)
Cada día que pasa, la corrupción de Begoña, que es la suya, lo convierte en un tipo más y más peligroso.
Es de suma urgencia, por eso, pararle los pies cuanto antes. Sánchez no tiene vuelta atrás, es un cáncer llamado a crecer con el tiempo.
Convendría, por eso, que la oposición, nuestras élites (si existieran), la sociedad civil (si existiese), tomaran conciencia de la gravedad del momento.
Porque cuando termine de romper las reglas del juego, empezará el peligro personal. Y cuanto antes se vaya al choque institucional, más leve será el choque social. Percutiendo por el flanco de Begoña. Ahí le duele. Y, por cierto, Ayuso debería tomarse muy en serio todo lo que atañe a su seguridad personal.
(Jesús Cacho/VozPopuli/25/3/2’24.)
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