Begoña Gómez logró, en el curso iniciado en 2020, la dirección de una cátedra de la Universidad Complutense, que la habilita para implicarse de lleno en el universo de la captación de fondos públicos, sin que la institución documentara sus méritos académicos y profesionales para obtener ese nombramiento.
Desde
entonces, son cinco los años académicos en lo que viene ocupando la
dirección de la cátedra y durante al menos los dos primeros cursos no
ha existido ni una sola acta oficial de las reuniones del Comité de Expertos que la aupó, a excepción de la fundacional.
Gómez, en el ojo del huracán por sus relaciones profesionales con empresas rescatadas
a continuación por el Gobierno de España, que preside su marido,
consiguió de esa manera una prestigiosa tarjeta de presentación para
trabar alianzas entre los sectores público y privado, tal y como consta
en la documentación oficial a la que ha accedido El Debate.
El propio Feijóo, en unas declaraciones públicas recientes, puso
el dedo en la llaga al respecto de la vida académica de la esposa de
Sánchez con una sentencia contundente: «Que Begoña Gómez dirija una
cátedra sin ser licenciada merece, cuando menos, una explicación».
(Antonio R. Naranjo/El Debate/25/3/2024.)
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