NOS VEMOS EN LAS CALLES.
La inseguridad crece y tiene unos rasgos determinados. No hay maquillaje estadístico u ocultación periodística que pueda borrar el impacto de las imágenes que a diario muestran las redes sociales.
Por eso los gobiernos europeos del gran consenso, el gobierno británico y el gobierno estadounidense dedican tantos esfuerzos a censurar las redes sociales, a amenazar (¡a encarcelar!) a sus usuarios y a acosar a sus propietarios.
Pretenden que todo pase el visto bueno de un establishment donde el poder político se morrea con el mediático, el financiero y el académico en singular poliamor. Las etiquetas de racismo y xenofobia se adhieren a la piel, al nombre de cualquiera que relacione la inmigración ilegal masiva con el aumento de los delitos violentos, y en especial de los delitos contra la libertad sexual.
Pero la ratio entre extranjeros y españoles condenados por esos delitos es mucho mayor, espectacularmente mayor que la ratio entre extranjeros y españoles en el conjunto de la población. Busca tú el dato, tío. La brutal desproporción es un hecho, no es opinable.
(Juan Carlos Girauta/El Debate/29/8/2024.)
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