(Estas cosas, tan horribles, que cuenta Gabriel Tortella, se explican porque el PSOE, NO es un partido político democrático.
Es una secta fanatizada que se auto califica de moralmente superior y carece de escrúpulos
Y lo peor de todo es que sigue habiendo borregos que les votan.)
'No controlamos al Supremo». Esta frase increíble fue pronunciada al parecer hace unas semanas por un miembro del círculo de Pedro Sánchez que trataba de disuadir a los directivos de Junts per Catalunya del plan de Carles Puigdemont para infiltrarse en España y presentarse en Barcelona con la intención de impedir la investidura de Salvador Illa.
La frase contenía tres mensajes: una velada amenaza («no podemos impedir que el Tribunal dé una orden de detención»), una confesión de impotencia, y una declaración de intenciones («queremos controlar al Supremo como controlamos al Constitucional»).
Me sorprende que una manifestación de cinismo de tal calibre no haya sido objeto de más comentarios. Y es que el Gobierno y el PSOE parecen haber abandonado ya toda apariencia de respeto y consideración hacia la ciudadanía. Nos toman por un hatajo de imbéciles y no se molestan en guardar ciertas formas de decoro.
(Gbriel Tortella/The Objective/31/8/2024.)
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