(Cuando una sociedad democrática está dirigida por sinvergüenzas acreditados- y no me refiero a caraduras y mediocres, que es lo habitual- y los ciudadanos no reaccionan, es que la sociedad está enferma.
Esto es gravísimo. Ya no es sólo que nos dirija gentuza sin escrúpulos, es que la mayoría de la sociedad no se indigna, ni protesta.
Cuando esto sucede, la democracia solamente es un nombre, una fachada.
Muy triste y peligroso.)
Redondo defiende los indultos para «arreglar» Cataluña: «Hace falta un liderazgo valiente».
El
ministro Ábalos recuerda después del rechazo del Tribunal Supremo que
la decisión de conceder la medida de gracia le pertenece al Consejo de
Ministros.
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