LA ABUSIVA IMPUNIDAD DEL FISCO ESPAÑOL.
Pero hete aquí que el ahora ganador (Dani Pedrosa) ha tenido que sufrir durante quince años una grave acusación con varios costes inherentes: Los gastos de su defensa jurídica, que ahora le serán solo parcialmente resarcidos; Un injusto señalamiento social derivado de su inclusión en la execrable la lista de morosos frente a la Hacienda; Un acoso del Fisco a su propio entorno que originó la queja al Defensor del Contributente…
Por su parte, los ahora perdedores, inspectores de Hacienda que formularon la injustificada acusación, recibieron por ello en su día un premio económico cuya devolución nadie les exige, una felicitación de sus superiores y hasta es posible que un ascenso.
Quiere decirse que acusar desde el Fisco sale muy rentable, por mucho que la acusación carezca de fundamento.
Cuesta aceptar que la vida, la hacienda, la tranquilidad y la reputación de un contribuyente puedan ponerse en solfa tan irresponsablemente por aquellos que vienen obligados a cumplir con la legalidad en su actuación.
Semejante aberración no es compatible con un Estado democrático, pues es más propia de la época feudal.
Pero esto es lo que hay y parece así es socialmente aceptado.
(Ignacio Ruiz Jarabo/VozPopuli/11/11/2023.)
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