Pactar con el PSOE es blanquear al PSOE
La indignidad del Partido Socialista y de su secretario general, Pedro Sánchez, no tiene techo.
El último ejemplo ha sido anunciar su apoyo a una moción de censura en Pamplona contra UPN para dar la alcaldía a Bildu, a la coalición que incorporó a condenados por terrorismo en sus listas, al brazo político de la banda asesina que mató a casi un millar de españoles, y que hoy, sin pedir perdón y sin colaborar para esclarecer los más de 300 crímenes sin sentencia, es —en palabras del ministro Óscar Puente— «un partido progresista democrático».
La decisión es el pago de la factura por el apoyo de los diputados bildutarras a la investidura de Sánchez y la constatación una vez más de que los herederos de la organización terrorista se han convertido en el socio parlamentario preferente de todo el PSOE.
Hace sólo un mes el propio Sánchez presumió de que habían permitido la alcaldía de UPN en la capital navarra. «¿Quién gobierna el Ayuntamiento de Pamplona? ¿Con qué votos gobierna UPN el Ayuntamiento? Por qué lo niega«, espetó al diputado del partido regionalista Alberto Catalán.
Sánchez, que ha añadido la enésima mentira a su copioso currículum de engaños a la cara del pueblo español, pasará a la historia por ser el presidente que hizo guiños a los terroristas, a los de ETA y a los islamistas de Hamás, y que pisoteó la memoria de las víctimas con sus pactos con los herederos de sus verdugos.
Se hace incomprensible que Génova se reparta las presidencias de las comisiones en el Congreso con él, asuma las manipulaciones y el linchamiento de la izquierda a VOX y a Santiago Abascal, y estafe a los españoles aceptando un encuentro —previsiblemente este mes de diciembre— con un presidente sin escrúpulos.
Feijoo demuestra que no está a la altura de la grave crisis que sufre España. La única respuesta al golpe —del PSOE con los golpistas y los terroristas— debe ser la distancia infinita. Pactar con el PSOE es blanquear al PSOE.
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