(RECOMENDADO.)
LA DICTADURA BELGA.
¿Puede una persona llegar al centro de la plaza y expresar sus opiniones sin miedo a ser detenida, encarcelada o agredida?» Es la prueba de la plaza pública, de Natan Sharanski, gigante intelectual y moral. Si la respuesta es afirmativa, estamos en una sociedad libre. Si es negativa, la nación donde está esa plaza no pertenece al conjunto de las naciones libres. Y debe haber consecuencias. Bélgica no supera la prueba.
Se ha presionado a los hoteles donde un grupo de políticos planeaba celebrar una serie de reuniones. Finalmente, la policía ha irrumpido en el único lugar que había resistido las presiones. ¿Era una peligrosa reunión fascista? No, de hecho el que mantiene relaciones con el neofascismo –los terroristas de los Lobos Grises– es el munícipe bruselense Emir Kir, un expulsado del Partido Socialista empeñado en prohibir la Conferencia de los conservadores.
Conclusión: Bélgica no supera la prueba de la plaza pública, como no la superan el País Vasco ni Cataluña, territorios de excepción democrática en España.
(Juan Carlos Girauta/El Debate18/4/2024.)
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