Reino Unido es el último de los países occidentales dispuesto a pisotear los derechos de sus ciudadanos para favorecer a la nueva población favorecida, los inmigrantes que llevan años invadiendo las islas. El Gobierno ya ha empezado a amenazar con confiscar casas de jubilados para albergar a los inmigrantes ilegales que inundan el país.
Se ha hecho viral el vídeo de una pareja de ancianos ingleses que explican la angustia perpleja que sintieron al recibir una carta del consejo de su condado en la que se les ordenaba vender su casa para albergar a los solicitantes de asilo.
El Consejo de North Northamptonshire envió una carta intimidante a Jose y Ted Saunders en enero en la que informaban al matrimonio que su casa de 200.000 libras podría ser sometida a venta forzada al Gobierno para su uso como alojamiento para inmigrantes.
(Carlos Esteban/La Gaceta/22/4/2024.)
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