En una sociedad de ciudadanos que se respetaran a sí mismos y no se prestaran a representar el papel de tontos útiles, el juicio político de Sánchez, a la vista de los hechos contrastados, hace tiempo que se habría resuelto.
Sánchez estaría ya dimitido. A partir de ahí, la judicialización del caso Moncloa — ya no es el caso Begoña porque involucra al presidente y a su entorno palaciego— tendría como fin dirimir responsabilidades penales, no las intrínsecamente políticas, porque las segundas, como digo, ya se habrían sustanciado.
«No hace falta ser de derechas, basta con ser decente para exigir que Sánchez dimita sin que medie ningún juez».
(Javier Benegas/The Obejctive/2/8/2024.)
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