domingo, 15 de marzo de 2009

ABORTO Y AIDO




Más de 300 científicos e intelectuales firman un manifiesto contra la reforma de la ley del aborto

Más de 300 científicos, profesores e intelectuales de distintas ramas de la Bio-Medicina, las Humanidades y las Ciencias Sociales han suscrito la llamada Declaración de Madrid, un texto en el que se posicionan en contra de la reforma de la legislación del aborto que ha impulsado el Gobierno y que podría permitir el aborto libre durante las primeras 14 semanas de gestación.


Redacción Familia - 14-03-09

Lo han impulsado Nicolás Jouve, catedrático de Genética de la Universidad de Alcalá de Henares; César Nombela, catedrático de Microbiología de la Universidad Complutense; Francisco Abadía, catedrático emérito de Biología Celular de la Universidad de Granada, y Julio Navascués, catedrático de Biología Celular de la misma universidad.(Cope)

El documento se presentará en Madrid el próximo martes, 17 de marzo, en un acto en el que participarán los profesores Jouve, Abadía y Navascués

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DOMINGO PÉREZ | MADRID

Martes, 17-03-09
Hoy se presentará en Madrid, promovida por la plataforma Derecho a Vivir, la «Declaración de Madrid», un manifiesto de alto nivel científico sobre el aborto, adelantado el pasado domingo por ABC y que es, al mismo tiempo, una respuesta contundente a las conclusiones elaboradas por la subcomisión parlamentaria del aborto y a las propuestas del comité de expertos (mayoritariamente abortistas) de Bibiana Aído.

Promovieron el documento científicos de la talla de César Nombela, catedrático de Microbiología y una eminencia mundial en el estudio de las células madre, Nicolás Jouve de la Barreda, catedrático de Genética; Francisco Abadía Fenoll, catedrático emérito de Biología Celular o Julio Navascués Martínez, catedrático de Biología Celular .
El gran apoyo recibido por la comunidad científica ha originado el sucesivo cambio de nombre del documento. Inicialmente sus ideólogos calcularon que se alcanzarían los dos centenares de adhesiones -Se ha buscado en los firmantes un contrastado perfil de excelencia y autoridad intelectual- y pensaron que podría llamarse el «Manifiesto de los 200». El día en que realizó el primer recuento serio, el viernes pasado, la cifra era ya de 323, por lo que se decidió cambiarlo «Manifiesto de los 300» y ahora, a raíz de la publicación el domingo en ABC de las líneas maestras del borrador del documento y a pocas horas de su presentación oficial, son ya más de 1.000 los intelectuales de todas las ramas que suscriben el mensaje. Unos 200 académicos de las Reales Academias de Medicina, Farmacia, Ciencias Morales y Políticas, Exactas, Físicas y Naturales, Jurisprudencia y Legislación e Historia y Bellas Artes, los grupos «Ginecólogos por el Derecho a Vivir», «Pediatras por el Derecho a Vivir» y «Psiquiatras por el Derecho a Vivir», así como la «Asociación Profesional de Médicos de Ejercicio Libre» notificaron ayer mismo su apoyo incondicional.
«Evidencia científica»
Ante este aluvión de adhesiones se ha optado finalmente por utilizar el nombre de «Declaración de Madrid», para identificar un escrito que se está convirtiendo en la referencia de la opinión de la elite científica española sobre la cuestión del aborto.
En este sentido, entiende el documento que: «Existe sobrada evidencia científica de que la vida empieza en el momento de la fecundación. Los conocimientos más actuales así lo demuestran: la Genética señala que la fecundación es el momento en que se constituye la identidad Genética singular; la Biología Celular explica que los seres pluricelulares se constituyen a partir de una única célula inicial, el cigoto, en cuyo núcleo se encuentra la información Genética que se conserva en todas las células y es la que determina la diferenciación Celular; la Embriología describe el desarrollo y revela cómo se desenvuelve sin solución de continuidad».

Aboga por que: «Dada la trascendencia del acto para el que se reclama la intervención de personal médico es preciso respetar la libertad de objeción de conciencia en esta materia, puesto que no se puede obligar a nadie a actuar en contra de ella».
Y protege a la madre: «Es preciso que la mujer a quien se proponga abortar adopte libremente su decisión, tras un conocimiento informado y preciso del procedimiento y las consecuencias».

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