SOCIALISMO AUTÉNTICO.

¡VÁYASE, SR ANTICH!

Artículo publicado en El Mundo/El Día de Baleares del 25 de marzo de 2009

• Se está a punto de pasar el ecuador de la legislatura y el balance que ofrecen todas las instituciones sin excepción, gobernadas por la izquierda, no es que sea bueno o malo: sencillamente es catastrófico. Aparte de limitarse a continuar las grandes obras públicas legadas por el PP, ni un solo proyecto- ni uno sólo- ha surgido de las instituciones gobernadas por el Pacto y, muy especialmente, en las grandes instituciones emblemáticas de la autonomía como son la Comunidad, los consells de Mallorca, Menorca e Ibiza y el ayuntamiento de Palma.

• Desde el punto de vista de una praxis política ética, nunca había ocurrido en nuestra autonomía que un gobierno y unas instituciones se aguantaran con los votos y asistencias de presuntos corruptos- “siete imputados como sostén” explicitaba Tomás Bordoy en un clarificador artículo- siendo especialmente sangrante el caso del Parlament donde el señor Antich se mantiene en su poltrona gracias al voto de alguien que es algo más que un “presunto” para ser un imputado de hoz y coz, con indicios racionales de criminalidad y que está en la calle y no en la cárcel porque ha tenido el suficiente dinero para evitarla. ¿Hace falta advertir que es igualmente corrupto el que se beneficia del voto corrupto, mira hacia otro lado y ni siquiera se tapa la nariz ante el hedor que emana de una asistencia tan poco ejemplar?

• Y si hablamos de la gestión en unos momentos tan dramáticos como los actuales, el panorama es más desolador aún. De entrada, la crisis que padecemos tiene un componente añadido que la hace especialmente grave aquí y ahora. Las Administraciones están quebradas o en suspensión de pagos, que a los efectos da lo mismo: no pagan y el no pagar tiene efectos en cadena sobre toda la economía productiva, habida cuenta que la Administración representa en España casi el 50% del PIB y, en Baleares, más o menos lo mismo.

• La administración autonómica es, en estos momento, el principal agente agravador de la crisis y no sólo porque no pague, sino porque destina cuantiosas cantidades a gastos corrientes, a incrementar la clientela funcionarial, a pagar caprichos carísimos como la obsesiva y enfermiza promoción del catalán y de lo catalán, a subvencionar a cuantos amiguetes lo solicitan, a subvenir las frivolidades de cambios en proyectos ya cerrados como la Fachada Marítima o nuevos como este tranvía- juguete o las pistas ciclistas desiertas y casi sin usuarios. En cambio, el “gran logro” de la financiación autonómica sigue inédito de forma, además, humillante: Antich lo único que ha conseguido- y veremos, a la hora de la verdad, si lo ha conseguido- son 100 millones de euros ¡correspondientes al ejercicio del pasado año!

• Pero lo que colma el vaso de la paciencia ciudadana es este plan totalitario en la mejor tradición fascista al asalto de toda la sociedad y que tiene como objetivo convertirnos a los ciudadanos- a todos- en catalanes y a nuestras Islas en un apéndice de estos fantasmagóricos “países catalanes”. Nunca, en 700 años de existencia desde la Conquista, habíamos asistido a semejante y repugnante planificación de nuestra condición, de nuestras conciencias, de nuestras libertades y de nuestros derechos.

• Yo discrepo de la opinión de este periódico al analizar la etiología de este disparate, atribuyendo a la “presión” del fascismo catalanista encarnado en el PSM y en ERC, la deriva catalana del señor Antich, de la señora Armengol o de la señora Calvo. No, Antich no es un “caballo de Troya”- en todo caso lo es el PSOE si es que sigue siendo un partido español- sino un convencido de las políticas que, en definitiva, propone, aprueba y firma él y sólo él. Antich no quiere que los ciudadanos tengan la libertad de elegir su lengua. Antich rompe las reglas del mercado al subvencionar la prensa en catalán, al imponer la compra masiva de los media en catalán. Antich apuesta, en la mejor tradición nazi y comunista, por un cuerpo de comisarios políticos dispersados por toda la sociedad y por todos los ámbitos. Antich es fervoroso partidario de expulsar del trabajo a todo el que no pertenezca a la tribu catalana. Antich quiere que sean buenos catalanes los jueces, los notarios, los registradores, los médicos, los periodistas, los obreros, los curas y los deportistas. Antich sostiene que hay que modelar el alma de los ciudadanos para que comprendan y amen la “comunidad catalana”. Antich se quita la careta y pasa a propugnar, sin rebozo, los países catalanes, sus símbolos y sus señas de identidad, desde el .cat hasta su mística, pasando, desde luego, por la lengua. Antich se abona a la creación de un “frente nacionalista”, de momento “sólo” lingüístico, que integre Cataluña. Baleares, Valencia, País Vasco, Galicia y aAsturias ( debe ser por el bable, aunque se olvida del Valle de Arán por lo del aranés). Antich odia de forma paladina el bilingüismo prescrito por el Estatuto y la Constitución, que quiere neutralizar y proscribir a toda costa. Antich no quiere bajo ningún concepto que la Administración, en sus leyes, en sus comunicaciones y en sus proyecciones de cualquier clase, sea bilingüe. Un Antich, en suma, transido del peor catalanismo aspira, con su plan, a crear una “nueva sociedad” catalana y catalanista.

• ¡Váyase, señor Antich!, acompañado, a ser posible, de Armengol y Calvo. Son ustedes un desastre. Están destrozando la convivencia. Se quieren cargar 700 años de Mallorca malloquina, Menorca menorquina e Ibiza ibicenca, además de españolas. Están gobernando gracias a la corrupción. Son unos incompetentes manifiestos que, en dos años, no han hecho absolutamente nada cuando el PP, en dos años, ya tenía en marcha todos sus proyectos. Han fracasado en resolver la financiación autonómica. Están gastando cantidades ingentes en estupideces, en frivolidades y en amiguetes. Y, encima, last but not least, nos vienen ahora con este plan totalitario del catalán. Váyase y no siga con sus destrozos. Anticipe elecciones o que el PSOE- es su obligación- le retire de donde está y le mande o a galeras o a su casa.(Antonio Alemany)