viernes, 20 de marzo de 2009

SAN MILLÁN DE LA COGOLLA.

"ESPAÑA EN LA VEREDA"

Allí donde nació nuestro idioma

La Rioja debe su nombre al río Oja, y en él arranca este nuevo viaje de "España en la vereda". Con el prestigioso naturalista Carlos de Prada nos acercamos hasta los monasterios de San Millán de la Cogolla, el lugar que vio nacer la lengua castellana hace ya diez siglos.


Diego Peña - 20-03-09(Cope.es)

En los monasterios riojanos surgió hace mil años la lengua castellana

"España en la vereda" detiene su camino a llegar a La Rioja

El río Oja, nos recibe al llegar a Santo Domingo de la Calzada, en La Rioja. Es una ciudad, como nos explica Carlos de Prada, "que nació ligada al Camino [de Santiago], como ligado lo estuvo también al Camino el Santo con cuyo nombre fue bautizada". La catedral de la ciudad, que se alza imponente con sus torres y que contiene miles de detalles, "es impresionante".

Al alejarnos de Santo Domingo de la Calzada nos adentramos en unas montañas "tan simbólicas [y] tan sagradas" como las de San Millán de la Cogolla. Allí podemos contemplar los monasterios de Yuso ("arriba") y de Suso ("abajo"), lugar de paso y sobre todo de hospedaje para muchos peregrinos que intentan alcanzar Santiago de Compostela.

"Los monasterios de San Millán de la Cogolla, Patrimonio de la Humanidad, son, sin duda alguna y por muy diversos motivos (...), uno de los tesoros culturales más relevantes de España", asegura con firmeza Carlos de Prada.

En el siglo VI, un hombre llamado Millán eligió el monasterio de Suso, en la falda de la montaña, como lugar de retiro. Un día, este humilde pastor tuvo un sueño de tintes sobrenaturales y se fue a vivir a una cueva. "Con el tiempo, su fama de santo y sus milagros lo convirtieron, muy a su pesar, en un hombre célebre".

El origen de la lengua castellana podría situarse en estos monasterios riojanos, concretamente en el siglo XI. Esa teoría se fundamenta en las glosas emilianenses, esto es, anotaciones hechas en textos, que "serían, así, las primeras palabras conocidas escritas en nuestra lengua".

Rodeando esta cuna del saber, la meditación y el recogimiento espiritual se encuentran los montes Distercios, que son así llamados desde la antigüedad. No lejos de allí el viajero descubre un valle con "una naturaleza espléndida,en la que contrastan las laderas de solana, cubiertas de encinares, en su parte alta, y de robles, en la más baja o sombreada".

La Rioja, por tanto, aglutina en su orografía y sus monumentos la belleza de la tierra, el saber de los hombres y el legado religioso que han forjado su historia a través de los siglos y los días.

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