(Si es usted 'políticamente correcto', mejor no lea esto.)
Denuncias falsas.
En el año 2004 la jueza decana de Barcelona, Dª. María Sanahuja destapó la caja de los truenos
al manifestar en público lo que era un secreto a voces. La
proliferación de denuncias falsas en los procesos de separación y
divorcio. Se ha manifestado pública y notoriamente contra la inconstitucional ley de género.
Se ha mostrado defensora incondicional de la custodia compartida. Ha
dicho por activa y por pasiva que la reforma de la ley de divorcio es
inconstitucional. Para colmo, también ha denunciado el negocio de las
hembristas basado en las subvenciones multimillonarias.
Pero para gran disgusto de las hembristas, Doña María Sanahuja se ha visto apoyada, y sus opiniones y tesis refrendadas, por la Junta de jueces de Barcelona,
el Fiscal jefe de Cataluña, jueces decanos, el Congreso de psiquiatría
forense, el congreso del SEPYPNA, decanos de colegios de abogados, etc.
Incluso el Fiscal General del Estado, Cándido Conde Pumpido hizo
referencia a esta situación en su discurso con motivo de la apertura del
año judicial en septiembre del 2004. Dado que la denuncia falsa es un
delito perseguible de oficio, ¿dónde están los expedientes por denuncia
falsa, sr. Conde Pumpido?
En concreto, en el
Congreso de psiquiatría forense, celebrado en el Hospital San Carlos de
Madrid en otoño de 2004, tanto los ponentes como los asistentes dejaron
bien claro que la inmensa mayoría de las denuncias son falsas a simple
vista. Cifrando el porcentaje entre un 80 y un 90 por ciento según la
experiencia personal de cada cual.
El Instituto de Medicina Legal de Murcia refleja en su Memoria que el 84% de las denuncias de violación son falsas.
Policía y Guardia Civil
están más que hartos de tener que detener a inocentes porque lo estipula
el protocolo. Esto es, detener al denunciado por el simple hecho de que
la mujer de turno ha puesto una denuncia.
Insistimos: es un secreto
a voces el que la inmensa mayoría de las denuncias en procesos de
separación y divorcio son falsas. Y lo que es más grave, esto se fomenta desde los organismos públicos cuyos responsables alimentan, vía subvenciones, una más que boyante industria del maltrato.
El presidente de la
Asociación de abogados de familia, un año después de la entrada en vigor
de la Ley de violencia de género, también denuncia el uso masivo de falsas denuncias en los procesos de separación. Otro síntoma de esta evidencia es el porcentaje de abogados que son requeridos para estos asuntos vía justicia gratuita. Pues no olvidemos que las mujeres son aconsejadas y adoctrinadas para utilizar el arma de la denuncia falsa.
El arma de las denuncias falsas en proceso de separación
y divorcio no es nada nuevo ni exclusivo de nuestro país. De
hecho, aquí sólo se ha copiado lo que se viene haciendo
de forma casi rutinaria en otros países de nuestro entorno. Llegando
al caso extremo de la llamada "bala
de plata" consistente en denunciar al exmarido por abusos sexuales
a sus hijos. Arma infalible que consigue la imposición automática
de medidas cautelares y la sombra de la sospecha para siempre. Aún
en el caso de ser absuelto en el juicio, que tendrá lugar mucho
tiempo después de haber sido denunciado, la duda sobre el denunciado
siempre quedará indeleble en su entorno.
Las denuncias falsas rara
vez son perseguidas de oficio por el Tribunal a pesar de estipularlo
así el artículo 456 del Código Penal. Tampoco el Ministerio Fiscal
realiza esta labor a pesar de estar obligado por ley. Salvo excepciones que confirman la norma, y tras mucha impunidad, tanto el Tribunal como el Fiscal miran para otro lado. Incluso cuando el perjudicado lo demanda, el juez de turno lo inadmite argumentando que si persiguiesen las denuncias falsas no harían otra cosa.
El resultado es la indefensión del denunciado en falso y la impunidad
de la falsa denunciante que sabe que tiene un arma infalible para
hacerle la vida imposible a su exmarido.
(ProJusticia)
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