(Y Zarzalejos sigue en babia con el problema separatista. Se pasa de listo. Quiere ser políticamente correcto. ¡Qué cosas tienes José Antonio! )
El digital sigue en la Transición y compra sin saberlo el relato separatista.
Los catalanes estamos hartos de oír que los diputados de CiU en el Congreso son “el grupo catalán”, que el proyecto separatista es un “proceso soberanista” y que existe una “cuestión catalana”. En este sentido, el nacionalismo ha conseguido su objetivo de equiparar “nacionalismo catalán” a “Cataluña”, y que el vocabulario empleado para hablar de Cataluña sea el establecido por los estrategas del nacionalismo.
El Confidencial es un digital interesante. Sin embargo, cuando se refiere a asuntos catalanes lo hace desde el marco conceptual nacionalista. Su última entrada sobre el tema es un ejemplo de aceptación del relato separatista:
- Habla de “problema catalán”, cuando en realidad se refiere al “problema nacionalista”.
- Repite la consigna de la ANC: “desde el principio la movilización independentista se llevó a cabo al margen de los partidos”. Aquí hemos explicado como el separatismo fue preparado desde los años 80 desde la Generalitat con el Programa 2000 de CiU, que el nacionalismo siempre ha sido disimuladamente separatista (“avui paciència, demà independència”). También hay un componente estratégico para recuperar la calle perdida el 15-M y tapar la nefasta gestión económica de la Generalitat.
- “CiU y Mas siempre fueron a remolque de la calle en su marcha hacia la independencia”. Sin embargo, la ANC es una creación de la Generalitat y cuenta con su apoyo económico y mediático. Fue CiU quien decidió aprovechar la crisis total española
(en la monarquía, justicia, política y economía) movilizando sus
altavoces mediáticos para recuperar la iniciativa política. El aparato
de CiU fue el principal organizador del pasado 11-S. Es CiU quien ha
creado el CATN, quien ha impulsado el “prusés” y quien ha planteado la
amenaza separatista, no la calle.
- “El problema de fondo es el encaje de Cataluña en el conjunto de España”. No es cierto. Es evidente que el problema de fondo es el nacionalismo, que no desea “encajarse” en España, sino separarse de ella.
Gran parte de la responsabilidad por la
situación actual corresponde a Madrid. El gobierno central pactó con el
nacionalismo para no pactar con su partido rival. A todos les faltó
sentido español. Cedieron todas las competencias que hoy hacen tan
difícil vivir con libertad en Cataluña: “Tú haz lo que quieras en Cataluña pero apóyame en Madrid”, dijeron González, Aznar y Zapatero.
La prensa madrileña también colaboro, utilizando el léxico con el que
el nacionalismo delimitaba el terreno de juego del asunto.
Señores periodistas de Madrid: dejen las
categorías de la Transición. Estamos en el siglo XXI. ¿Por qué no se
bajan de la meseta, se pasan por Cataluña, observan un poco más y hablan
con catalanes normales que no vean el mundo a través del nacionalusmo Escriban pensando en los catalanes, no en los separatistas. Harán mejor su trabajo.
(Dolca Cataluña)
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