PUIGDEMONT Y LA FUGA DE EMPRESAS CATALANAS.
Uno de los debates más recurrentes en la política catalana es si el denominado procés ha significado la perdida de capacidad empresarial en Cataluña. Dicho con palabras más correctas, si el debate --usamos esa palabra por temas meramente formales, ya que debate bien poco hemos visto-- del procés ha significado la fuga de empresas de nuestro territorio autonómico.
Esto lleva a un dato relevante que también
olvidó Puigdemont. El balance de entradas y salidas es positivo para
Madrid (+613) y ampliamente negativo para Cataluña (-352).
Con todo el respeto, a Puigdemont se le olvidaron algunos detalles importantes. El primero es que en el mismo periodo a Cataluña llegaron 463 empresas. Pero, a Madrid, la friolera de 1.648. Es decir, casi cuatro veces más.
Esto lleva a un dato relevante que también olvidó Puigdemont. El balance de entradas y salidas es positivo para Madrid (+613) y ampliamente negativo para Cataluña (-352). Pero no es sólo malo respecto a Madrid, sino que es el peor de las 17 CCAA de España. Casi tres veces peor que el segundo peor, la Comunidad Valenciana, con un balance negativo de 97 empresas.
Pero para mi gusto, lo más curioso del tema no es que Puigdemont cite una parte del asunto. Ya sabemos que no decir toda la verdad ha sido una constante en su vida. Sino que la fuente de su intento burdo de manipulación haya sido una noticia de un medio de comunicación, El Mundo, sobre una fuente de Axesor.
O sea que el personaje lee un diario, saca sus conclusiones y da un discurso sabiendo que no dice la verdad. Además, es incluso incapaz de contrastar esos datos con una fuente interna de la Generalitat, por ejemplo Idescat. Suponemos que porque bien desconoce esa Institución, bien no sabe cómo hacerlo o, peor, nadie le hace caso en la Generalitat. Ahora, Puigdemont confirma que no solo es el digno sino el president del copy-paste periodístico.
O sea que el personaje lee un diario, saca sus conclusiones y da un discurso sabiendo que no dice la verdad.
Quizás cuando dijimos que Puigdemont era bachiller exageramos. Por lo que dice, y propaga, su nivel es inferior a un alumno de la ESO. Y, sinceramente, avergüenza a todos los catalanes cada día que abre la boca. Como parece que le queda poco en el cargo, quizás sería bueno que se fuera de vacaciones, y así al menos no dejaría en ridículo a todos. Eso sí, mientras tanto, aunque él no lo entienda, las empresas sí se fugan de Cataluña.
(Carles Enric López/Crónica Global.)
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