SOY
MÁS BUENO QUE TÚ.
Ningún sistema o grupo político ha dicho jamás que se
presenta para cometer injusticias. Todos dicen que quieren hacer justicia. Con
las personas pasa algo parecido. Si exceptuamos a los que viven al margen de la
ley, todos queremos ser buenos. Nos da vergüenza ser malos. Aunque sea para
guardar las apariencias.
A finales del mes de marzo pasado, una
conocida presentadora, Cristina Pedroche, dijo. "Ser de izquierdas significa querer el bien para todo el
mundo". Esta frase no solamente resume la conocida superioridad moral
de la izquierda- falsa, por supuesto- sino el ‘buenismo’ vinculado a tal
superioridad. El ‘buenismo’ no es algo unídimensional, sino que tiene varios
frentes. Uno de ellos es el pacifismo, otro es el diálogo, como solución para
todos los males.
Veamos un ejemplo de ‘buenismo’ pacifista.
Entrevistado en Onda Cero, el 28 de marzo pasado, el exgeneral Julio
Rodríguez, que fue jefe del Estado Mayor de la Defensa desde el 19 de julio de
2008 hasta el 30 de diciembre de 2011, y
ahora en las filas de Podemos, dijo: "La solución contra el yihadismo tiene que ser política y no
militar".
Resulta curioso que el Presidente Obama, que
recibió el Nobel de la Paz, sea firme partidario de la derrota militar de los
yihadistas del Estado Islámico. Y no sólo Obama sino la práctica totalidad de
los países occidentales y algunos no occidentales.
Recordemos que, en septiembre de 2014, la ONU
señaló que las acciones violentas que perpetra, en Irak, el grupo yihadista
Estado Islámico (EI) -incluidos asesinatos, ejecuciones, secuestros, violencia
sexual y torturas- equivalen a crímenes contra la humanidad. Pues bien,
mientras estos terroristas cometen crímenes contra la humanidad, el exgeneral
Julio Rodríguez, de Podemos, quiere soluciones políticas. O sea, diálogo.
De momento, debemos darnos cuenta de que la
casi totalidad de los países occidentales- y no sólo occidentales- no creen que
el diálogo vaya a solucionar este drama, planteado por el terror del EI. Ya sé
que parecerá una broma, pero lo digo en serio. Lo declarado por el ex general
me parece tan estúpido y peligroso que lo enviaría a él, a las zonas
controladas por el llamado Estado Islámico, para dialogar. A ver que pasa. Porque,
según el ‘buenismo’ la agresividad y el belicismo son exclusivos del Imperio. O
sea, USA. Los demás solamente se defienden. Por tanto, el ex general no tiene
nada que temer.
No
estará mal insistir en algo. Que la gente de progreso- pues el ‘buenismo’ es
propio, no exclusivo, de progresistas de
diverso pelaje- adora el diálogo. Tan es así que el ex general quiere dialogar
con los que han cometido crímenes contra la humanidad.
Sin embargo, en diciembre de 2003, se firmó el
Pacto de Tinell. En un anexo, se incluía una cláusula que excluía la
posibilidad de cualquier pacto de Gobierno o establecer acuerdos de legislatura
con el PP, tanto en la Generalidad como en las instituciones de ámbito estatal.
Fue firmado por el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), Esquerra
Republicana de Catalunya (ERC) e Iniciativa per Catalunya Verds - Esquerra
Alternativa (ICV-EUiA).
O sea, las fuerzas progresistas
negaban cualquier pacto o diálogo- solución política- con el Partido Popular. Además, el famoso ‘cordón sanitario’, inventado (en
2007) por el actor comunista argentino, Federico Luppi, tenía como objetivo prioritario
impedir que gobernara el Partido Popular. "Nos va la vida", dijo Federico
Luppi, "en crear un cordón sanitario’’.
Parece ser que el objetivo único de esta
estrategia, impulsada por el PSOE y que contaba y cuenta, con el respaldo de
Podemos, de IU y separatistas, es que no gobierne el PP. ¡Qué diferencia de trato con los terroristas
del Estado Islámico! ¡El PP es peor!
Fíjense que las citas de Pedroche y de Julio
Rodríguez implican, no solamente que la izquierda es lo más bueno que usted
pueda imaginar. Y, también, que la derecha es lo peor de lo peor. Implican,
además, que todo el mundo es bueno. De ahí que sea posible dialogar con los
terroristas del Estado Islámico. Usted dirá, que no dialogan con todo el mundo,
porque excluyen al Partido Popular. Tal vez, usted me recordará que Pedro
Sánchez se negó a hablar con Mariano Rajoy. ¿Qué parte del no, no ha entendido,
le dijo a Rajoy? O sea, que el famoso diálogo para todos y todas, excluye al
partido ganador de las elecciones del 20 de diciembre pasado. Pero se debe a
que la derecha española tiene malos sentimientos y es corrupta. Por
eso se niega Sánchez a hablar con Rajoy. Si usted fuese de izquierdas lo habría
entendido a la primera.
Ahora bien, para que este
conjunto de peligrosas idioteces sea creíble por mucha gente, hay que controlar
el sistema educativo y los medios de comunicación. O sea, la pedagogía
‘buenista’, que va de la mano del igualitarismo. ¿Y qué nos dice el
igualitarismo? Que la competencia y el mérito son malísimos. Porque resulta que
unos destacan y otros no. Por tanto, es mejor que todos seamos igual de
ignorantes.
Con otras palabras, dejemos de
lado el esfuerzo, la disciplina y el mérito. Como pueden sospechar, cosas de la
derecha rancia. Si, como dice la Pedroche, ser de izquierdas es querer el bien
para todo el mundo, no podemos aceptar que unos estén por encima de otros. Que
un estudiante consiga sobresalientes y otro consiga suspensos, solamente sirve
para humillar a este último.
Pero ¿qué consecuencias tiene
este mundo feliz? Dos, entre otras. Por una parte, el estudiante sobresaliente
se verá desincentivado. Es decir, se le dirá- directa o indirectamente- que es
el responsable de la humillación de los estudiantes suspendidos. De hecho, un
‘buenista’ auténtico, excluirá los suspensos. Que son una ofensa innecesaria.
Otra consecuencia es que se
favorece el infantilismo de las jóvenes generaciones. No sufras, no te
esfuerces, no suspendas, todos somos buenos y nos daremos besitos, salvo con el
PP, que tiene halitosis.
Y habrá subvenciones para todos
los progresistas. Podemos.
Sebastián
Urbina.
(Publicado en El Mundo/Baleares/17/Junio/2016.)
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