jueves, 23 de febrero de 2017

11-M Y PRUEBAS FALSAS







¿UNA PRUEBA FALSA? ¡MENUDA NOVEDAD!

Un jefazo de la Policía llamado Eugenio Pino, recientemente purgado con ocasión de su jubilación, concede una entrevista a El Mundo. Allí amenaza con desvelar tres informes elaborados por una brigada de revisión de casos creada por él. Uno de ellos tiene por objeto el 11-M

 El nuevo ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, tras proponerse limpiar aquella casa, que está peor que los establos de Augías, dice que ha pedido el informe y que nadie lo encuentra. 

Cuando todo apuntaba a que sólo existía en la imaginación de Pino, el informe aparece. Toda la expectación creada queda en nada a pesar de ser mucho lo que el informe dice. Dice mucho porque concluye, aunque lo diga con otras palabras, que la prueba de la mochila de Vallecas podría ser falsa porque no hay ninguna garantía de que hubiera estado en los trenes. 

Pero dice poco porque eso ya se sabía y a casi nadie le importó. Cuando el informe llegó a la Audiencia Nacional, fue a parar a las manos del fiscal jefe, don Javier Zaragoza, Mr. Versión Oficial, puesto allí por Zapatero para apuntalarla y mantenido por el PP para lo mismo. Y, como era de esperar, concluyó que el informe no justifica la apertura de ninguna nueva diligencia porque, añado yo, ya se sabía que la mochila podía muy bien ser falsa.

Habrá quien crea que bueno, que podría ser falsa, pero que también podría no serlo. Ya. El problema es que durante la investigación se intentó colar una prueba que se ha demostrado falsa, el Skoda Fabia, que incriminaba a la célula de Leganés como autora del atentado. Si alguien se preocupó de colocar una prueba falsa con el objetivo de culpar a esa célula, ¿no es posible que otras que apuntaban en la misma dirección también lo fueran? 

Mucho más cuando existen dudas vehementísimas sobre su autenticidad. Encima, el único que está en prisión por estar en los trenes colocando bombas es el que suministró la tarjeta telefónica que apareció en la famosa mochila. Y eso a pesar de no tener ninguna relación con la célula de Leganés. En cambio, el único miembro de la citada célula que sobrevivió y fue detenido fue absuelto del delito de asesinato.

 No sólo, sino que los análisis de lo que explotó arrojaron elementos que no están presentes en la Goma 2 ECO, que es lo que supuestamente estalló. La Policía argumentó, y el juez y el fiscal se lo tragaron, que las pruebas se habían contaminado. Y si tan fácil era la contaminación, ¿no podían haber sido los elementos de la Goma 2 ECO fruto de una contaminación y ser los otros los del explosivo realmente utilizado?

El 11-M está lleno de falsedades. Y todos, empezando por el juez Bermúdez y acabando por el fiscal Zaragoza, lo saben. Entonces, ¿cómo iba a ser relevante un informe que se limita a apuntar la posibilidad, más bien la probabilidad, de que la mochila de Vallecas era una prueba falsa? ¡Menuda novedad!


(Emilio Campmany/ld.)

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