(No basta con estas declaraciones pero Casado parece dispuesto a hablar claro y contundente. Algo que no hacía Rajoy/Arriola, creyéndose que esto era muy ineligente.
Repito, no basta pero es el camino. Además de actuar. Un camino empedrado por socialistas, Podemitas y separatistas. Y también por parte de los suyos. Pero esta es la política real.
Si Casado fracasa, arrastrará consigo al PP. El envite es importantísimo para el PP y para España.)
MEJOR CASADO QUE RAJOY.
El
presidente del PP, Pablo Casado, ha reunido hoy en Barcelona a la Junta
Directiva Nacional de su partido, un encuentro que se produce en vísperas de la
Diada y en el aniversario de las jornadas en el Parlament del 6 y 7 de
septiembre. En el máximo órgano de dirección del partido entre congresos,
Cataluña, como era previsible, ha ocupado el grueso de su intervención, aunque
arremetiendo con igual dureza contra un independentismo que quiere «romper
España» y a un PSOE que «quiere disolverla», ha apuntado.
Equiparando
prácticamente a unos y otros, Casado ha acusado al Gobierno de Pedro Sánchez de
plegarse a los dictados de Torra, con una política de «apaciguamiento» que no
solo no contentará al soberanismo sino que amenaza con acabar con la idea de
España.
«No hay que
hacer frente únicamente a un proyecto de fractura sino también a un proyecto de
disolución de España. El primer lo proyectan los nacionalistas, el segundo lo
lidera la izquierda radical de la mano del PSOE», ha apuntado Casado. El líder
popular ha asegurado en este sentido que «la izquierda se empeña en ofrecer lo
que no queremos los españoles y no aceptarán los nacionalistas».
«El PSOE se
presenta en un punto intermedio entre los radicales y nosotros, a quienes nos
acusan de ser demasiado españoles o constitucionalistas. ¿Y qué es ser español
a medias? Eso es lo que ellos recetan frente a la desintegración que pretende
el nacionalismo».
«No nos
vamos a quedar mirando cómo el PSOE complica más el problema recuperando un
estatuto inconstitucional», ha dicho Casado, quien también ha advertido de que
no piensa aceptar una Cataluña «confederal de facto independiente» ni tampoco
cree que haya que «hacerse perdonar» por quienes están tratando de «destruir el
país».
En este
contexto, y frente a las políticas de diálogo del Gobierno -«yo no quiero
dialogar con ellos, quiero ganarles, porque somos mejores»-, Casado ha
recordado que se dan las «circunstancias objetivas para aplicar el precepto
constitucional para restaurar la legalidad en Cataluña», ha añadido con
respecto a la aplicación del artículo 155.
En su
intervención, Casado ha reivindicado la figura del Rey como garante de
la continuidad y la unidad de España frente a los «ataques y ultrajes» que le
lanza el independentismo.
Segundo desplante de Soraya
Al encuentro
de esta mañana en Barcelona no ha asistido la ex vicepresidenta del Gobierno
Soraya Sáenz de Santamaría, en lo que sería el segundo «desplante» de su
rival en el proceso de primarias tras su no asistencia ayer a la reunión del
grupo del PP en el Congreso. Tampoco estaban otros importantes barones del PP
como María Dolores de Cospedal, el día después de su renuncia a presidir el PP
de Castilla la Mancha, ni tampoco el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto
Núñez Feijóo.
(Alex
Gubern/ABC/8/9/2018.)
CASADO SE EQUIVOCA.
Pablo Casado está dispuesto a invertir tantos esfuerzos en desgastar al Gobierno del PSOE como en golpear a sus rivales directos por el voto de derechas, Ciudadanos. El líder del PP ha acusado este sábado al partido naranja de poner en riesgo la "convivencia" en Cataluña con su política de retirada de los lazos amarillos de las calles de Cataluña y retirar la "confianza en las instituciones" para que encuentren una solución frente a la "minoría violenta", como ha definido al independentismo.
"Nadie debe pretender hacer la justicia por sí mismo", ha sentenciado Casado durante la Junta de la Directiva Nacional del PP que se ha celebrado en Barcelona y en la que han destacado también las ausencias. Además de Soraya Sáenz de Santamaría -que por segunda vez en una semana ha dado plantón a Casado-, no han acudido al máximo órgano del partido entre congresos el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, ni los representantes de la Comunidad Valenciana o la presidenta de Castilla La Mancha, Maria Dolores de Cospedal, que esta semana ha anunciado que abandona la presidencia del partido en la comunidad autónoma.
En un discurso trufado de elogios al Rey como "símbolo de la unidad" y de ataques al independentismo -"totalitario" o "traidor" lo ha definido-, Casado ha dedicado varias cargas de profundidad contra Ciudadanos, dos semanas después de que Albert Rivera retirara lazos con sus manos por primera vez. Sin mentar el nombre del partido naranja ni de Rivera en ningún momento, el líder del PP ha sostenido que el constitucionalismo "no puede caer en un enfrentamiento directo porque ponemos en riesgo la convivencia".
Casado no ha tenido apuros tampoco en comparar la situación catalana con los años de ETA y la reacción que mantuvo entonces el constitucionalismo: "No da igual cómo recuperemos los espacios públicos, tenemos que hacerlo a través de las instituciones. Nos lo enseñaron las víctimas. No habríamos ganado nada entrando en las Herriko Tabernas para enfrentarnos a ellos".
Ante un auditorio marcado por las ausencias, Casado no ha desaprovechado la ocasión para atacar también al Gobierno, al que ha acusado de ceder "ante una minoría violenta que intenta expulsar de su tierra a una mayoría pacífica" en Cataluña. El líder del PP ha vuelto a insistir, además, en que "existen las condiciones" para que se vuelva a aplicar el artículo 155 en Cataluña. Para Casado, tampoco resulta válida la oferta del presidente del Gobierno para reforzar el Estatuto de Autonomía de Cataluña y celebrar un referéndum por el autogobierno. "El autogobierno ya es completo".
"No puede haber negociación ni cesión alguna con esa gente que intenta liquidar España" ha dicho, antes de denunciar lo que considera una suerte de acuerdo secreto entre Pedro Sánchez y el president de la Generalitat, Quim Torra.
(ElMundo/8/9/2018.)
(El adversario político no es Ciudadanos- aunque le pueda quitar votos- sino el socialismo sanchista, los neocomunistas de Podemos y los separatistas. Sería un grave error seguir por este camino.)
CASADO SE EQUIVOCA.
Pablo Casado está dispuesto a invertir tantos esfuerzos en desgastar al Gobierno del PSOE como en golpear a sus rivales directos por el voto de derechas, Ciudadanos. El líder del PP ha acusado este sábado al partido naranja de poner en riesgo la "convivencia" en Cataluña con su política de retirada de los lazos amarillos de las calles de Cataluña y retirar la "confianza en las instituciones" para que encuentren una solución frente a la "minoría violenta", como ha definido al independentismo.
"Nadie debe pretender hacer la justicia por sí mismo", ha sentenciado Casado durante la Junta de la Directiva Nacional del PP que se ha celebrado en Barcelona y en la que han destacado también las ausencias. Además de Soraya Sáenz de Santamaría -que por segunda vez en una semana ha dado plantón a Casado-, no han acudido al máximo órgano del partido entre congresos el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, ni los representantes de la Comunidad Valenciana o la presidenta de Castilla La Mancha, Maria Dolores de Cospedal, que esta semana ha anunciado que abandona la presidencia del partido en la comunidad autónoma.
En un discurso trufado de elogios al Rey como "símbolo de la unidad" y de ataques al independentismo -"totalitario" o "traidor" lo ha definido-, Casado ha dedicado varias cargas de profundidad contra Ciudadanos, dos semanas después de que Albert Rivera retirara lazos con sus manos por primera vez. Sin mentar el nombre del partido naranja ni de Rivera en ningún momento, el líder del PP ha sostenido que el constitucionalismo "no puede caer en un enfrentamiento directo porque ponemos en riesgo la convivencia".
Casado no ha tenido apuros tampoco en comparar la situación catalana con los años de ETA y la reacción que mantuvo entonces el constitucionalismo: "No da igual cómo recuperemos los espacios públicos, tenemos que hacerlo a través de las instituciones. Nos lo enseñaron las víctimas. No habríamos ganado nada entrando en las Herriko Tabernas para enfrentarnos a ellos".
Ante un auditorio marcado por las ausencias, Casado no ha desaprovechado la ocasión para atacar también al Gobierno, al que ha acusado de ceder "ante una minoría violenta que intenta expulsar de su tierra a una mayoría pacífica" en Cataluña. El líder del PP ha vuelto a insistir, además, en que "existen las condiciones" para que se vuelva a aplicar el artículo 155 en Cataluña. Para Casado, tampoco resulta válida la oferta del presidente del Gobierno para reforzar el Estatuto de Autonomía de Cataluña y celebrar un referéndum por el autogobierno. "El autogobierno ya es completo".
"No puede haber negociación ni cesión alguna con esa gente que intenta liquidar España" ha dicho, antes de denunciar lo que considera una suerte de acuerdo secreto entre Pedro Sánchez y el president de la Generalitat, Quim Torra.
(ElMundo/8/9/2018.)
(El adversario político no es Ciudadanos- aunque le pueda quitar votos- sino el socialismo sanchista, los neocomunistas de Podemos y los separatistas. Sería un grave error seguir por este camino.)
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