Supremacismo y progresismo (2)
El vaticinio de M. Friedman se
ha cumplido. Una y otra vez. Los proyectos socialistas han terminado con
más pobreza y menos libertad, o ausencia de ella. ¿Han aprendido alguna
lección, las izquierdas, de estos repetidos fracasos?
Ninguna. ¿Por
qué? Porque son moralmente superiores por el simple hecho de ser de
izquierdas, o decirlo. ¿Por qué van a cambiar? ¿Cómo van a renunciar a
su grandiosa idea de liberar y redimir a la humanidad oprimida por las
fuerzas del mal: el capitalismo y la derecha? No debe extrañar- aunque
no tenga justificación- su permanente arrogancia ‘buenista’. Miran por
encima del hombro a la derecha, que sería insolidaria, especuladora,
corrupta y reaccionaria. En cambio, ellos son buenos de verdad, aunque
fracasen, estrepitosa y repetidamente.
Aparte de la violencia,
que siempre ha sido una seña de identidad de la izquierda. Para Marx,
‘la violencia es la partera de la historia’. Siempre que la violencia
sea suya. La violencia de los demás siempre es mala. La suya siempre es
buena.
¿Es que son tontos? ¿No se dan cuenta de sus repetidos fracasos? Hay de todo, pero no es fácil renunciar a ser moralmente superior (o sea, creérselo) y que la gran mayoría de medios de manipulación lo confirmen, día tras día. Adecuadamente subvencionados para decir lo que convenga. Sentirse en el lado bueno de la Historia es muy reconfortante. ¿Cómo van a renunciar a esta filfa?
Recuerden una de las propagandas políticas del PSOE, ‘Somos la izquierda’. No hace falta decir nada más. Sólo
nombrar la izquierda y aparece la luz cegadora de la auténtica
emancipación universal. Es la ‘Virgen de Fátima’ en versión socialista.
Una
de las ‘ventajas’ del fanatismo ideológico- como el de la izquierda
moralmente superior- es que los hechos adversos no sirven para falsar el
ideario progresista. Que es lo que hace cualquier persona con un mínimo
de sentido común. Ellos, no. ¿Por qué? Porque su idea es irrebatible.
¿Cómo van a renunciar al ‘mundo feliz’ de izquierdas, rompiendo las
cadenas que les ha puesto el malvado Occidente? Llevan un metafórico
impermeable en el cerebro que no permite que entren ideas o hechos
adversos. Además, para rebatir a los adversarios basta llamarles
‘fachas’. No es necesario argumentar, ni leer, ni reflexionar.
Alguno
puede creer que esto es una exageración. Pues bien, invito al incrédulo
lector que observe atentamente el lenguaje utilizado por la mayoría de
las cadenas televisivas. Podrán comprobar si exagero, o no. Unas cadenas
más que otras, por supuesto. También buena parte de la prensa escrita.
Por ejemplo, como quien no quiere la cosa, el columnista de El País –
Jorge M. Reverte- equiparó a Ayuso con Hitler y Stalin. (LD/15/1/2021.)
Y no es el único que dice idioteces/barbaridades parecidas. Dichas, además, desde una atalaya moralmente superior. ¡`Cómo se va a equivocar si es de izquierdas! De ahí que se haya dicho tantas veces que la ideología de izquierdas es como una religión laica. Muchos creen en la izquierda como ‘cree’ un forofo en su equipo de fútbol. O sea, se es de un equipo para toda la vida y se insulta al adversario. En este fanatismo futbolero, sí se parece la izquierda al nacionalismo identitario catalán o vasco.
Estos peligrosos y fanáticos planteamientos no tendrían la enorme
repercusión que tienen si la derecha española no mostrase unos
vergonzosos niveles de cobardía y estupidez políticas. La derecha
española- centralmente el partido popular- no ha querido afrontar un
debate ideológico serio con la izquierda. Y ha permitido- con un
ridículo complejo de inferioridad- que la izquierda cuasi monopolice,
los medios de comunicación y los sistemas de enseñanza/adoctrinamiento.
Recordemos el enfado del mediocre Pablo Casado con Cayetana Álvarez de
Toledo por la insistencia de esta última en poner en marcha una "batalla
cultural’. Porque los dirigentes populares quieren mostrar su
‘centralidad centrada’. El colmo de este complejo lo dio Casado, en el
Parlamento, insultando a Santiago Abascal. Incluso la izquierda le
aplaudió.
La derecha ‘centrada’ actúa como una gestoría
administrativa, mientras la izquierda promulga leyes ideológicas y
controla medios de comunicación y sistema educativo. El Gran Hermano
progresista. Pero Casado/Núñez Feijoó y cía, siguen con la mentalidad de
gestoría. Esperan que la pésima gestión socialista los lleve al poder.
Que el gobierno de izquierdas caiga como fruta madura. No aspiran a más.
Las ideas no importan. Tal vez estoy equivocado, planteando este
problema en el terreno político. Tal vez, es terreno adecuado para los
psiquiatras. No entiendo este comportamiento tan suicida- en materia de
comunicación y debate ideológico- de los populares.
¿Tienen miedo a la izquierda? Y si es así ¿por qué? Y si no tienen
miedo, ¿a qué viene dejar el mundo de las ideas en exclusivas manos de
la izquierda? Que es lo que hizo Rajoy teniendo mayoría absoluta. Y es
el camino que parece seguir la cúpula del Partido Popular. Tan es así,
que está tratando de machacar a la presidenta de la Comunidad de Madrid,
Díaz Ayuso. ¿Por qué? Creo que por tres motivos. Primero, porque ella
siempre actuó sin miedo a la izquierda. Criticándola sin complejos
cuando era menester. Segundo, porque esta actitud lúcida y valiente pone
en evidencia el ‘centradismo centrado’ de Casado. Que resulta aún más
suicida porque sufrimos un gobierno de Frente Popular, carente de
escrúpulos. Basta ver a los socios de Sánchez. ¿Quién es peor, él o sus
socios? Y, en tercer lugar, porque Díaz Ayuso ha arrasado
electoralmente. Resumiendo, Díaz Ayuso brilla, y Casado emite una luz
pálida. No ver esta evidencia perjudica al Partido Popular. Y lo que es
más importante, a España. Porque cuanto más se mantenga este infame
Frente Popular, peor para España y los españoles de bien.
¡Ojalá
estuviera exagerando! Pero tenemos un gobierno Frankestein que, para
mantenerse en la poltrona, concede prebendas a sus antidemocráticos
socios, que ponen en peligro el Estado de Derecho y a España. Como la
Ley de Seguridad Ciudadana, que deja a las fuerzas de seguridad a los
pies de los delincuentes y de los violentos. Para que la calle sea suya.
O la ‘Ley de memoria democrática’. Que es antidemocrática. ¡Es lo que
hacían los bolcheviques! Promulgar ‘la verdad oficial’. Es la marca
autoritaria de este socialismo antiespañol que, para mantenerse en el
poder, es capaz de cualquier indignidad. ¡Y son tan sinvergüenzas que
quieren ilegalizar a Vox por ser un peligro para la democracia!
En
este gravísimo contexto que vivimos, la ‘derecha centrada’ se preocupa
por si no la ven suficientemente centrada. ¿Quién? La izquierda y las
criadas mediáticas subvencionadas. ¡No somos como Vox! ¡Por Dios! De ahí
el odio de la cúpula del PP (y de la izquierda, obviamente) a este
partido. No pide permiso a la izquierda para hablar y, encima, desafía
públicamente sus intocables mantras. Hay que ilegalizarlo.
Lamentablemente, la derecha centrada, es como la izquierda. Tampoco
tiene ideas. Sólo ofrece gestión y no meterse en ‘líos políticos’. El
socialista Tezanos (presidente del CIS) dice que el discurso del
centrado Casado es fascista. (diciembre 2021.) Creía que sólo era el de
Abascal.
¿Qué se puede esperar de esta partitocracia, gobernada por socialistas, comunistas, golpistas y filoetarras?
Convertida, además, en un infierno fiscal. ¿Y qué esperanza de cambio real puede ofrecer este pusilánime ‘centro centrado’?
¿Y
si el patriotismo español es facha, adónde conducirá la fragmentación
de España? ¡Calla y mira La Sexta, que te pueden llamar ultraderecha!
| (MallorcaDiario/8/12/2021.) |
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario