Una eficacia de vacunas covid en menores demostrada
Para elaborar el documento se ha revisado la última información epidemiológica
y los datos sobre las manifestaciones clínicas de la infección en población
infantil, así como la literatura científica que recoge las investigaciones más
recientes sobre la vacunación en menores. Y tras un pormenorizado análisis de
la evidencia más actual, la conclusión es que la recomendación de la vacunación
frente a la Covid-19 en la edad pediátrica debe tener en consideración varios
factores.
El primero de ellos, es que la vacunación es la medida más efectiva para
combatir la pandemia actual. “Las medidas no farmacológicas (como son el
distanciamiento físico y las medidas de higiene respiratoria y de contacto)
contribuyen al control de la diseminación de la infección, pero algunas de
ellas no se pueden mantener de forma indefinida sin que se afecte la normalidad
deseada”, explican.
En cuanto a la aplicación de la vacuna en menores, el grupo de expertos considera
que los ensayos clínicos en la edad pediátrica (5-11 años de edad) han
demostrado que la vacunación es eficaz, lo que asegura la primera
condición para que esta pueda administrarse en la infancia. “Tanto la amplia
experiencia acumulada con la vacunación de adolescentes y adultos, como los
ensayos clínicos disponibles muestran que la vacunación pediátrica cuenta con
un perfil de seguridad favorable, lo que constituye, también, una condición
imprescindible”, aseguran.
¿Cuáles son las razones para apoyar la vacunación infantil?
Entre las razones que apoyarían la recomendación de la vacunación en los niños,
los expertos resaltan la de disminuir la carga de enfermedad que supone el
Covid-19 en este grupo de edad, actualmente el de mayor incidencia con más
de 200 casos por 100.000 habitantes.
“Aunque lo más frecuente es que la infección por SARS-CoV-2 curse de forma
asintomática o con síntomas leves, existen formas graves como el SIMP asociado
a SARS-CoV-2, la covid prolongada y las neumonías. Además, hay que considerar
los efectos colaterales que la pandemia ha tenido en los niños y adolescentes,
entre los que se encuentran la falta de normalidad en la escolarización,
derecho fundamental de la infancia y base imprescindible para el bienestar y
desarrollo personal de cada niño, y los trastornos de salud mental que se han
evidenciado como consecuencia de la pandemia”, exponen el informe.
Otro de los motivos principales es la circulación del virus facilitada por
las cohortes de población sin vacunar, como son los niños. “Esto podría
facilitar la selección de variantes para las que las actuales vacunas pudieran
ser menos eficaces. Y, además, no sería justo privar a la población infantil
del beneficio que aporta la vacunación, del que ya gozan los mayores de 12 años
(aunque los objetivos en términos de salud sean diferentes)”, señalan los
expertos.
(Redacción Médica/14/diciembre/2021.)
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