Fracaso del sistema democrático
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Un grupo de vecinos, en su mayoría de etnia gitana, se concentraron para protestar contra la presencia de jóvenes argelinos que okuparon un horno abandonado en s'Arenal de Llucmajor. Los vecinos querían que se fueran debido a los actos delictivos y problemas sociales que han causado. La tensión se desató cuando los argelinos intentaron robar a una anciana. La Guardia Civil y la Policía Local intervinieron para evitar enfrentamientos directos.
(J.M. Perpinyá/MD.)
Thomas Hobbes (1588/1679), considerado uno de los fundadores de la filosofía política moderna, nos ayudará a situar los acontecimientos que mencionaba al principio. Hobbes creía que las personas, dejadas en su estado natural, se enfrentarían para conseguir los recursos necesarios para vivir y para prosperar. El resultado sería la conocida ‘guerra de todos contra todos’.
De ahí que la vida, en estas condiciones, sería breve, pobre y brutal. ¿Qué hacer para superar esta horrible situación? Hobbes piensa que las personas elegirán racionalmente una alternativa y la alternativa será un contrato social que dará la soberanía a un gobierno, a cambio de proteger a los ciudadanos. Es cierto que Hobbes pensaba que este gobierno nacido de este contrato social tendría poder absoluto.
Pero aquí lo importante no es que el poder sea absoluto, según Hobbes, sino que este gobierno protege a los ciudadanos. Y por este motivo, los ciudadanos ceden la soberanía a este gobierno.
Si no les protege, el poder soberano del gobierno, deja de estar justificado. Si nos trasladamos al presente, los ciudadanos estamos dispuestos a renunciar a la violencia (salvo los casos de legítima defensa) y dejarla en manos del Estado, para que éste nos proteja.
¿Y qué pasa si no nos protege? Primero, hay que saber que esta expresión es vaga. No hay ninguna línea roja visible que nos indique cuándo el poder político deja de protegernos. Pero esto no impide que los ciudadanos puedan tener la percepción de que no les protege. Cuando esto sucede (ciertos ciudadanos, en ciertas situaciones concretas), una solución política progresista, es llamarlos ‘fachas’. Esto ha sido- y es- corriente cuando deciden políticos comunistas, como Pablo Iglesias, Yolanda Díaz y socios próximos.
La consecuencia, en estos casos, es que los ciudadanos se tienen que aguantar. Y los políticos- como los citados- ordenan a la policía que los reprima, porque sus protestas serían ilegítimas.
Además de lo que dijo Hobbes, que deberíamos tener muy en cuenta (excepto lo del poder absoluto), están las peligrosas idioteces de algunos políticos. Por ejemplo. En este mes de junio de 2024, en una tertulia televisiva, Irene Montero, la ex ministra del gobierno del Caudillo Sánchez, llamó ‘racista’ al diputado Jorge Buxadé, de Vox. La pobre exministra, no entiende el significado de sus propias palabras.
¿Por qué le llamó ‘racista’? Porque el diputado Buxadé dijo que la Unión Europea debería tomarse en serio el control de la inmigración ilegal. Respondo a los que de buena fé creen que la inmigración ilegal no genera un aumento de delincuencia y de inseguridad ciudadana. Los odiadores de Occidente, no merecen respuesta. Les sugiero- a los de buena fé- que se informen de la opinión de las policías democráticas europeas. Por cierto, el 68% de los franceses señala que existe una correlación entre inmigración masiva e inseguridad en las calles. (La Gaceta)
Volvamos a la violencia mencionada al principio de este artículo. Imaginen un colegio de niños. Durante el recreo, dos niños- A y B- importunan, molestan, insultan, etcétera, a otro niño, C. Esto sucede durante un mes. Nadie interviene. Al cabo de este mes, C no puede más y lanza un directo a la nariz de A, y un rodillazo en los testículos de B. Ambos caen al suelo entre gritos de dolor.
Los profesores intervienen y se avisa a los padres. Cuando llegan, amenazan a la dirección del colegio- por no evitar la agresión- y también al agresor C, que es expulsado del colegio, por violento. Pues bien, esto es lo que les sucede a los pacíficos ciudadanos. Tienen que soportar que violentos/okupas y fauna parecida, les hagan la vida difícil/imposible, hasta que, un día, explotan. ¿Por qué se llega a esta injusta situación? Porque la mayoría de políticos- irresponsables/cobardes- han preferido mirar para otro lado o, incluso, favorecer a los delincuentes. Y que los ciudadanos pacíficos aguanten y paguen impuestos.
¿Prefiere ser cómplice aborregado de esta secta autocrática/corrupta, que criminaliza a la oposición y coloniza las instituciones, o es hora de replantear el voto? ¿De verdad le preocupa que rojos guerra civilistas, golpistas, separatistas, filo terroristas y meapilas centrados, le llamen ‘ultraderecha’?
Fracaso del sistema democrático. Expulsan de Son Gotleu (Palma) a los argelinos conflictivos: «Si los jueces y la policía no actúan, no tendremos más remedio que hacerlo nosotros». (La Gaceta)
PD. Los que protestan- con razón-, se olvidan de los legisladores, cuyas leyes ‘progresistas’ tienen que aplicar jueces y policías.
Sebastián Urbina.
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