Brotes verdes a la vista; si, pero de una depresión.
El ‘slogan’ elegido por este gobierno de farsantes de cara al debate del Estado de la Nación -“Empiezan a apreciarse brotes verdes en la economía”- es solo una copia de otro utilizado por el Ejecutivo estadounidense. La diferencia es que, en el caso norteamericano, tiene un alto grado de verosimilitud, dado que, por ejemplo, los stress test acaban de demostrar que el grueso de la banca de EEUU necesita en los próximos dos años en términos de PIB, la mitad de recursos que CCM -el 0,8 % de nuestro sistema financiero- que además serán aportados por los bancos y no por el Gobierno. Los brotes verdes de la Sra. Salgado, la marioneta económica de Zapatero, se resumen en cinco cuestiones principales que, o no tienen nada que ver con una presunta recuperación o simplemente son falsos. A saber: el Ibex está remontando, la morosidad se está reduciendo, el paro está mejorando, el crédito se está recuperando y los indicadores adelantados bien, gracias.
El primero de los brotes, el Ibex, no representa para nada la marcha de la economía española. Sus principales componentes son empresas multinacionales que realizan los dos tercios de sus beneficios fuera de España, y cuya aportación al PIB y al empleo directo, apenas suponen el 3 y el 1% del total, respectivamente. El 97% de la economía española está constituida por pymes y autónomos, que están desapareciendo a razón de unos 1.000 diarios como consecuencia de la falta de financiación por parte del sistema financiero, que no solo está engañando vilmente al Gobierno sino que está destruyendo literalmente el tejido productivo del país.
El siguiente es la morosidad, cuyo ritmo de crecimiento se ha moderado en el primer trimestre, no porque la situación haya mejorado, sino porque el Banco de España que se está comportando con una irresponsabilidad suicida en todos los temas de su competencia -valoraciones totalmente ficticias y absolutamente hinchadas de los activos que figuran en los balances, utilización fraudulenta de los avales del Estado, engaño masivo a los pequeños ahorradores en la colocación de preferentes, etc, ha cambiado las reglas de cálculo de la morosidad a mayor gloria de Zapatero, no exigiendo ahora el poner en mora préstamos que sobrepasaban ciertas condiciones, por ejemplo, cuando sobrepasaran el 90% del valor del activo, o cuando la última valoración así lo exigía. Y esto sin tener en cuenta la compra masiva de activos a precios por encima de mercado por parte de cajas y bancos, para evitar el impago, y que multiplicarían por cuatro los ratios de morosidad directa.
Luego viene el camelo del paro, que expliqué recientemente en otra Tribuna y que resumo: el incremento del paro registrado oficial, corregido de estacionalidad, y publicado por el Ministerio de Economía, fue de 118.000 personas en abril, cuatro veces más de lo que nos contaban Corbacho y Salgado, ignorando ésta última las cifras de su Departamento. Pero a esta cifra habría que sumarle los 100.000 empleos, también oficiales, creados o mantenidos temporalmente por el Plan E, en total 218.000 parados oficiales, equivalentes a unos 300.000 reales. El lenguaje falsario de estos mentirosos compulsivos no tiene realmente parangón en las sociedades democráticas. Y suma y sigue.
El crédito se está recuperando: falso de toda falsedad, el crédito importante, el crédito que hace recuperarse o hundirse a un país, o sea el crédito a pymes y autónomos, está más estancado que nunca. Las líneas virtuales del ICO son una tomadura de pelo de proporciones oceánicas, incluso en el crédito al consumo, el solvente. Por supuesto, un concepto que cajas y bancos desconocían hasta hace un año, se realiza con los mayores tipos de interés reales de la historia de España, al 16 % TAE, y respecto al resto, y como denuncia el BCE, la banca española tiene los tipos de interés más altos de toda la eurozona.
Además hay otros problemas. El primero, la tomadura de pelo de la banca al Gobierno, o mejor a los españoles, que somos quienes ponemos el dinero, utilizando avales por 90.000 millones de euros y subiendo, no para colocar deuda española a inversores extranjeros y atraer así unos capitales que el país más endeudado del planeta -debemos al exterior el 180 % del PIB- necesita desesperadamente, sino para prestárselos los unos a los otros, y en definitiva quedándoselo ellos mismos, desvirtuando así totalmente la finalidad para la que fueron asignadas estas gigantescas cantidades. Y el BdE no dice ni pío, como si el tema no fuera con él, y claro, la marioneta económica de Zapatero, la Sra. Salgado, que no sabe ni de qué va la fiesta, pues menos. Y luego viene la estafa masiva que están perpetrando bancos y cajas con los pequeños ahorradores, colocándoles miles de millones de acciones preferentes, con rentabilidades que son la mitad o menos de las que podrían obtener en bancos internacionales, infinitamente más solventes, o incluso en los propios bancos y cajas españoles, pero comprando preferentes antiguas cuyo precio es la mitad o menos del nominal. Sencillamente no hay derecho a que se engañe así a los pequeños ahorradores, que creen obtener una rentabilidad razonable a su dinero cuando es justo lo contrario, porque nadie les explica que con rentabilidades del 6 % como las que les ofrecen, frente al 10/14% que podrían obtener preferentes similares, el valor de mercado de sus preferentes caerá prácticamente a la mitad en pocos meses. Y el BdE ni pío, y la CNMV desaparecida en combate.
Y después, el colmo del disparate: los indicadores adelantados, o aquellos indicadores que marcan la tendencia futura de la economía. ¡Pero cómo pueden ser tan mentirosos! Visados de superficie a construir, -56,2% en febrero, último dato, vs.-55, 9% en enero; pedidos a la industria, -29,7% último dato, la mayor caída de la serie histórica, algo que no es ya una caída, es una debacle; disponibilidad de bienes de equipo, o capacidad de producción futura, un desplome estratosférico, -43,3% vs. -32,6 %; impagados de efectos de comercio -ventas a plazos- 1.730 millones en marzo, un 9% más que en febrero. Además, tenemos los indicadores de actividad y demanda conocidos la pasada semana: ventas interiores, -17,6%, superando las caídas de los meses precedentes; matriculaciones abril, -46%, siete puntos por debajo de marzo, y tres veces más que la media de la UE; pernoctaciones en hoteles, -18,9 % vs. -15,5 %, etc, etc. Y esto sí que son brotes verdes, pero no de una recuperación, sino de una depresión. Y una vez más, a la vista de evolución de los principales componentes de la inversión y de la demanda, que representan el 87 % del PIB, ¿de dónde narices saca el BdE que estamos cayendo el 7,2% en base anual, solo un poco más que Alemania (-6,5%), cuyos indicadores de actividad y demanda son más o menos cuatro veces mejores?. Por cierto, que el indicador adelantado más importante en relación con la creación de empleo, el número de contratos temporales realizados por empresarios, se ha desplomado un 29%, lo que indica que el desempleo sigue creciendo a velocidad acelerada, a la vez que demuestra que la reforma laboral que proponen muchos, aunque tendría efectos positivos a medio y largo plazo, no nos sacaría de la crisis ni de lejos.
En definitiva, en el momento actual, no solo estamos en una crisis. Los motores que nos han impulsado los últimos 15 años se han esfumado, y además, tenemos el peor Gobierno desde la guerra civil, que no solo ha tardado casi 20 meses en reconocer la situación -hasta el pasado otoño ni siquiera mencionaría la palabra crisis, un retraso que ha sido clave en la profundidad y la velocidad del hundimiento- sino que iniciadas las medidas, lo ha hecho en forma de gasto masivo, disparatado e inconexo, que no ha frenado sino que ha acelerado la destrucción del tejido productivo del país. En palabras del FMI: “el estímulo fiscal en España ha sido de los menos eficaces debido a la obsesión del Gobierno por el gasto público sin atender a su composición y calidad”. Es por ello que el Financial Times afirmó hace unas semanas que “España encara la perspectiva de algo peor que una recesión, una depresión”. La segunda de nuestra historia, la primera fue en 1818 y duró más de 20 años. También, y como ocurrió durante la primera, la España que saldrá de la crisis será más pobre, con una clase media gravemente dañada, que habrá perdido buena parte de su riqueza, y por supuesto retrocedido fuertemente en renta y riqueza relativa al resto del mundo desarrollado. Y esto no es un juicio de valor, son matemáticas.
No estamos en el fondo del pozo, como dicen algunos, seguimos hundiéndonos. La evolución de nuestra economía seguirá la forma de L, y aunque en algún momento el ritmo de caída se moderará, vamos a seguir cayendo en 2009 y en 2010, momento en que sí estaremos en el fondo del mayor pozo de toda nuestra historia, y no recuperándonos como el resto de los países, sino en un pozo donde habrá siete millones o más de parados, un pozo donde el PIB real será un 20/25% inferior al de 2007, un pozo donde el déficit público se situará por encima del 15%, donde la Seguridad Social estará quebrada y necesitará del recurso masivo al Presupuesto -algo por otro lado de toda justicia, y no solo porque sea obligado ayudar a los pensionistas, que también, sino porque el dinero es suyo. El Estado les debe 245.000 millones de euros, que sacó de sus cotizaciones el Gobierno socialista en los años 80 y 90 para financiar otras actividades-, un pozo donde la economía española habrá dilapidado toda su credibilidad internacional con un endeudamiento exterior cercano a dos veces el PIB, y necesitando aún casi 100.000 euros anuales de crédito exterior para sobrevivir, una cantidad que será prácticamente imposible conseguir.
Y no saldremos en años de ese pozo porque no hay ningún mecanismo, ni divino ni humano, que lo permita, a no ser que reduzcamos drásticamente el tamaño del Estado, dando marcha atrás a la locura autonómica, reduciendo el número de funcionarios y asesores en dos terceras partes, y el gasto total en al menos un tercio. ¿Cómo es posible que en 2008 haya aumentado en 156.000 personas el número de funcionarios, y tengamos que destinar 120.000 millones de euros a gastos de personal en 2009? El disparate es tan gigantesco que no hay realmente palabras para calificarlo. Y después el sistema financiero, que ha conseguido de momento, gracias a la prodigalidad del BCE, eludir el problema de liquidez pero cuyo problema de solvencia es inimaginable. Y es inimaginable porque con la ayuda del BdE nos están engañando en todo, en el valor de sus activos, en la morosidad, en sus beneficios reales -CCM con unas pérdidas de mas de 700 millones en 2008 daría beneficios y mejoraría en todos sus ratios-, con la normativa estadounidense el 60% del nuestro sistema financiero estaría quebrado, y, sin duda, lo acabará estando, porque las premisas de recuperación en que basa el sistema y el BdE el no afloramiento de la realidad, simplemente no van a suceder. Resulta ridículo escuchar a algunos banqueros, que se han quedado con activos inmobiliarios a gran escala, diciendo que van a ganar muchísimo porque los pisos van a subir de precio, y efectivamente subirán -con 2,5 millones de pisos nuevos a la venta, 1,1 de promotores y 1,4 de particulares que compraron como negocio- el día del Juicio por la tarde, pero antes bajarán en un 50% o más, como ha sucedido en el resto del mundo. (Roberto Centeno)
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