Jueves, 14-05-09
No tengo ningún dato concreto que avale ahora mismo esta posibilidad. Pero la pregunta es obligada tras las exigencias de Zapatero a Rajoy el martes, conminándole a que retirara su afirmación de que el Gobierno había rectificado la política antiterrorista.
Esto nos coloca delante de dos problemas. El primero, conocido, de un Zapatero que en realidad no siente cuestionada su negociación con ETA porque la dio por avalada con el triunfo electoral de 2008. Y el segundo y principal, derivado de lo anterior, de un Zapatero que nunca ha dado por cerrada completamente esa negociación y que la puede reemprender en cualquier momento. Porque cree en ella. En la teoría de la paz y de las dos partes que explicó durante tres años. Y que el martes volvió a reivindicar con su encendida y radical negación de la rectificación.
Esto nos coloca delante de dos problemas. El primero, conocido, de un Zapatero que en realidad no siente cuestionada su negociación con ETA porque la dio por avalada con el triunfo electoral de 2008. Y el segundo y principal, derivado de lo anterior, de un Zapatero que nunca ha dado por cerrada completamente esa negociación y que la puede reemprender en cualquier momento. Porque cree en ella. En la teoría de la paz y de las dos partes que explicó durante tres años. Y que el martes volvió a reivindicar con su encendida y radical negación de la rectificación.
En un tono y en un absurdo político que recordaba el show que le montó Patxi López a Rajoy hace un año en la capilla ardiente de Isaías Carrasco. Por lo mismo, por el cómo se atreve usted a cuestionar mi negociación con ETA, y que lleva a preguntarse cuál es la consistencia y fiabilidad de los únicos dos grandes pactos que el PP mantiene con el PSOE, en el País Vasco y en la lucha antiterrorista.
Por eso precisamente han llorado en la tribuna del Congreso estos dos últimos días todos los engañados por Zapatero. Por la absoluta falta de credibilidad de este presidente que, como decía Josu Erkoreka, pretende hacer melodías con todas las teclas del piano y cambia constantemente de cartas y jugadores.
En cualquier momento se pone a jugar de nuevo a las cartas con Josu Ternera y compañía, si no lo está haciendo ya en los ratos libres. Lo más sorprendente es que aún queden significativos sectores que pidan más pactos con Zapatero a Rajoy. Por el placer del engaño, debe de ser, o el afán de ser otra tecla de Zapatero. (Edurne Uriarte/ABC)
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