Domingo, 24-05-09
Batasuna, envalentonada tras colarse en las europeas por el fallo del Tribunal Constitucional, pidió ayer el voto de la «izquierda abertzale» para la candidatura de Iniciativa Internacionalista que encabeza Alfonso Sastre.
Es la crónica de un fraude anunciado.
En sus informes, las Fuerzas de Seguridad ya habían advertido, como adelantó ABC, que Batasuna iba a estar agazapada hasta que, agotado el plazo para impugnar listas, pediría el voto para la formación castellana. Por ello, no habían promovido la «abstención activa» o el voto nulo, ni tampoco habían arremetido contra Iniciativa Internacionalista por buscar el apoyo de unos proetarras huérfanos. Por mucho menos, Batasuna llamó «ladrones de votos» a PNV, EA y Aralar en anteriores comicios.
En sus informes, las Fuerzas de Seguridad ya habían advertido, como adelantó ABC, que Batasuna iba a estar agazapada hasta que, agotado el plazo para impugnar listas, pediría el voto para la formación castellana. Por ello, no habían promovido la «abstención activa» o el voto nulo, ni tampoco habían arremetido contra Iniciativa Internacionalista por buscar el apoyo de unos proetarras huérfanos. Por mucho menos, Batasuna llamó «ladrones de votos» a PNV, EA y Aralar en anteriores comicios.
Sí ha sorprendido, pero sólo de forma relativa, que en la actual coyuntura, Otegi haya pedido el voto «abertzale» para la formación castellana de manera tan abierta, lo que, en opinión de los expertos, demuestra el grado de envalentonamiento al que han llegado los cabecillas batasunos
Mismas reivindicaciones
Así pues, sin capucha, sin voces distorsionadas, con la impunidad que les ha permitido el Constitucional, los representantes de la coalición ilegal Arnaldo Otegi, Itziar Lopategi y Miren Legorburu hicieron público un manifiesto en el que se insta a la «izquierda abertzale» a «sostener social, política y popularmente» la candidatura de Sastre.
Otegi reconoció que Batasuna hubiera preferido presentarse con «una marca propia». Pero ante la imposibilidad, recibió «la invitación» de Iniciativa Internacionalista para que las bases de la «izquierda abertzale» le «dieran su voto». Tras «analizar y poner sobre la mesa los pros y contras», han decidido «votar a Sastre».
Otegi admitió también que Batasuna «comparte los puntos del manifiesto fundacional de Iniciativa Internacionalista». Por ejemplo, la «filosofía» de que «deben ser reconocidos los derechos nacionales de los diferentes pueblos del Estado y el derecho a la libre determinación».
Y, cómo no, mostró su «entusiasmo» porque, en su opinión, existen sectores en el conjunto de España favorables a «un proceso de diálogo y negociación como solución a los conflictos políticos». Por todo ello, se ufanó, «los abertzales de izquierdas vamos a votar a Iniciativa Internacionalista, a Alfonso Sastre».
Colarse en Europa
A su juicio, este apoyo en las urnas «tiene que permitir poner de manifiesto la situación antidemocrática que vive Euskal Herria, para reclamar», entre otros objetivos, «la implicación de Europa y de la comunidad internacional en una solución pacífica y democrática al conflicto». Traducido al castellano, Batasuna exhibirá los votos que obtenga la formación castellana en el País Vasco y Navarra como «acumulación de fuerzas» para transmitir al Gobierno que la «izquierda abertzale» sigue viva y deberá tenérsela en cuenta para un nuevo «proceso de paz». Las Fuerzas de Seguridad también advirtieron de esta maniobra en el cúmulo de pruebas que el Constitucional ha considerado insuficientes.
Polo soberanista
En efecto, a los expertos antiterroristas no les preocupaba tanto la posibilidad, escasa, de que la coalición castellana logre un eurodiputado, como el uso que Batasuna vaya a hacer de los votos para advertir al resto de fuerzas nacionalistas que será ella la que lidere un «polo soberanista» que reclame una nueva versión de Estella. Así, Otegi reclamó «un bloque independentista de izquierdas en Euskal Herria». Y aprovechando que Batasuna se ha colado en las europeas, pidió la «internacionalización del conflicto». También de ello advirtieron las Fuerzas de Seguridad. (S.N/J.P- San Sebastián-Madrid.)
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JUSTICIA CIEGA.
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JUSTICIA CIEGA.
Domingo, 24-05-09
A la justicia española no es difícil, por lo visto, tomarle el pelo, como están demostrando los niñatos del caso Marta del Castillo, pero hasta ahora no existía constancia de que se lo dejase tomar con la delectación, autocomplacencia y recochineo que el Tribunal Constitucional ha permitido a los nuevos mamporreros de ETA.
Los magistrados del TC necesitan tres o cuatro años para despachar un asunto de mediana urgencia -véase el recurso del Estatuto de Cataluña- y entran en estado de confusión cuando tienen veinticuatro horas para examinar un expediente. Bloqueados por una turbación cataléptica debían de estar los sesudos ropones para no ver la monumental viga de engaño que viajaba en el carro de paja argumental colocado ante sus togas por la defensa de la candidatura-franquicia de los batasunos y dar por bueno un rechazo de la violencia tan ortopédico, abstracto y artificial que habría mosqueado hasta a un coro de ursulinas. Una cosa es que la justicia sea ciega y otra que se lo haga para no tener que enfrentarse a las evidencias.
Los magistrados del TC necesitan tres o cuatro años para despachar un asunto de mediana urgencia -véase el recurso del Estatuto de Cataluña- y entran en estado de confusión cuando tienen veinticuatro horas para examinar un expediente. Bloqueados por una turbación cataléptica debían de estar los sesudos ropones para no ver la monumental viga de engaño que viajaba en el carro de paja argumental colocado ante sus togas por la defensa de la candidatura-franquicia de los batasunos y dar por bueno un rechazo de la violencia tan ortopédico, abstracto y artificial que habría mosqueado hasta a un coro de ursulinas. Una cosa es que la justicia sea ciega y otra que se lo haga para no tener que enfrentarse a las evidencias.
El Constitucional se ha dejado chulear de un modo infamante, sabe Dios por qué extrañas razones, y más vale no pensar que tenga algo que ver el veterano pique de sus miembros con los colegas del Supremo. Al día siguiente de contemplar cómo los jueces de la «ultima ratio» del sistema dejaban pasar tan panchos su intragable caballo de Troya, los apoderados del conglomerado etarra se quitaron con arrogante alborozo la burda máscara que sólo ha embaucado a quienes dispuestos estaban a dejarse embaucar, mientras Otegi, ese hombre de paz, pedía el voto para sus desembozados amiguetes. Desde el atentado de la calle del Correo -ay, con qué ingenua torpeza creíamos durante la dictadura en los chivos expiatorios- no queda en España nadie que no sepa que el mediocre dramaturgo Alfonso Sastre es como poco un compañero de viaje del delirio terrorista. Pero si en el franquismo todos los gatos eran pardos al anochecer, ya ha llovido bastante para limpiar las legañas de los más perezosos de mirada. Un juez de la democracia no puede confundir un minino con un tigre.
Exultante por el inesperado éxito de su grosera engañifa, un portavoz de la lista mamporrera se encastilló en el sofisma barato del «planteamiento simplista» para evitar una condena explícita de la violencia del terrorismo. «¿Por qué no me preguntáis -dijo con encanallada ambigüedad el fulano- si condenamos la pederastia?». Pues muy sencillo, pedazo de rufián: porque los pederastas son tan repulsivos como vosotros pero no justifican su odiosa perversión con motivos políticos. Porque no hay listas electorales de pedófilos camuflados ni habría ley ni tribunal que lo permitiese. Y porque aquí no se chupa nadie el dedo salvo esa media docena de magistrados de Babia bajo cuya conciencia quedarán las consecuencias de esta ignominia. (Ignacio Camacho/ABC)
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