(Si el gobierno central es incapaz de controlar este golpe de Estado de los separatistas catalanes, el Estado de Derecho desaparece.
La nación española queda troceada. La ley y la mayoría de los españoles, despreciados y escarnecidos.
¿Qué pasará? Puede pasar de todo. Desde que el golpe se quede en agua de borrajas hasta que siga adelante. Si esto último sucediera, no veo cómo puede evitarse la violencia. Sería deseable que todo transcurriera pacíficamente. Pero no es razonable pensar que los seres humanos somos angelicales.
PD. Si todo queda en agua de borrajas, el peligro no habrá desaparecido. Pero de eso, hablaremos más adelante.)
GOLPE DE ESTADO EN CATALUÑA.
EL GOLPE YA ESTÁ LANZADO.
Desde las nueve de esta mañana, el golpe de Estado contra la unidad de España está materialmente lanzado. La tramitación por la Mesa de la Cámara de la sediciosa ley de referéndum para su votación exprés con un ilegal margen a la oposición de solo dos horas para presentar enmiendas es por sí misma un acto administrativo que en cuestión de horas debe quedar anulado, o suspendido, por el Tribunal Constitucional. A partir de ahí, cualquier votación que se celebre será ilegal. Un acto nulo sin consecuencia jurídica alguna.
Sin embargo, políticamente es extremadamente grave y relevante. El desprecio al llamamiento de la oposición para alterar racionalmente el orden del día, y el desprecio añadido a las advertencias de ilegalidad flagrante hecha por los servicios jurídicos y letrados de la Cámara catalana poco importa a quienes están haciendo durante este día ostentación de una rebeldía falsamente orgullosa. Poner en jaque al funcionariado catalán obligándole a pervertir la ley para justificar una ensoñación identitaria podrá acarrear consecuencias penales para quienes sean cómplices o cooperadores necesarios de semejante disparate.
La mayoría independentista del Parlamento catalán no solo camina hacia una desobediencia alarmante. Camina hacia una rebeldía contra el Estado de Derecho tal y como fue concebido en 1978 bajo la excusa de la manipulación de la historia y de un «sentimiento» separatista que hurta al resto de los españoles su también legítimo sentimiento de pertenencia a una España unida, o de su amor por Cataluña. La base de todo este dislate reconvertido en un golpe secesionista radica en un orgullo excluyente de catalanismo que pretende privar al resto de España de decidir sobre propio su territorio, su cultura y su historia.
La presidenta del Parlamento catalán, Carmen Forcadell, está encausada ya por desobedecer al Tribunal Constitucional. Lo mismo ocurre con Artur Mas, Irene Rigau, Joana Ortega y Francesc Homs. Si es preciso, la inhabilitación de miembros de la Mesa del Parlamento catalán que tramitan una ilegalidad prevaricadora, a sabiendas de que sus decisiones claramente lo son, respondería a estrictos criterios de legalidad, no de «represión» política.
El Tribunal Constitucional, como el Gobierno de la nación y la oposición, están en guardia. Pero el Parlamento catalán se está convirtiendo esta mañana en una cita asamblearia para imponer un chantaje y romper nuestro Estado de Derecho, la supremacía de las leyes, la obligatoriedad de cumplirlas y hacerlas cumplir, y en última instancia una rebelión basada en un falso victimismo.
Las triquiñuelas legales no son irrelevantes, pero sí secundarias. Lo más sensible será recomponer los añicos emocionales que esta fractura está causando entre cientos de miles de familias divididas en torno a una obsesión. La ley será inexorable y al Gobierno y a las instituciones españolas no les cabe otra opción que impedir taxativamente la celebración de una consulta que oficialmente sigue sin convocarse porque nadie aún la ha suscrito con su firma. De momento, los condenados por el 9-N deberán responder con su propio patrimonio por el coste económico de aquella consulta trampa de 2014. Su pretensión de golpear al Estado de Derecho se topará con el flujo de caja personal en el bolsillo de los responsables. No tendrán otra opción.
La ley, necesariamente, es la ley. Y si no pueden caber excepciones para cualquier español que incurre en un ilícito penal o administrativo, menos aún debe haberlas para quienes se jactan de diseñar un golpe de Estado para fraguar una imposible «república independiente de Cataluña».
(Manuel Marín/ABC.)
(Antonio Tajani, Presidente del Parlamento Europeo.)
Europa avisa de que actuar contra la Constitución española es ir «contra el marco legal de la UE».
El presidente del Parlamento Europeo,
Antonio Tajani, subrayaque el Estado de derecho es la «columna vertebral
de las sociedades modernas».
(ABC.)
La
Comisión Europea ha recordado que una eventual Cataluña secesionista
pasaría a ser un territorio externo a la Unión Europea (UE) y debería
solicitar de nuevo la adhesión si quisiera.
La Comisión Europea rechaza la secesión: ‘Cataluña quedaría fuera de la UE’.
La Gaceta/8/Septbre/2017.
4 comentarios:
No sé cómo acabará esta historia. Si no fuera por los intereses e influencia de los países de nuestro entorno, tendría la casi certeza de que los separatistas se llevarían el gato al agua. Es, pues, lo más probable, que se frustren ciertas aspiraciones y ensoñaciones para, sin embargo, resolver mal y sólo parcialmente esta coyuntura de manera que se volverá a repetir a corto plazo: no tienen prisa. Mas una cosa siento como absolutamente segura: yo, al igual que, posiblemente, muchos otros paisanos, tengo una desoladora sensación de orfandad y nunca más confiaré en una providencia que en ningún momento dio muestras de querer ni saber ejercer como tal.
Cuando corría delante de los grises de Franco, el “Guti” (que fue secretario general del PSUC) estaba en la cárcel y, también, posiblemente, el nieto del “avi Florenci” (me baila por la cabeza haber visto pintadas en las paredes reclamando la libertad para el gran ahorrador, Jordi Pujol). Ya era mayorcito y debía de saber lo que me jugaba. Hoy, cuando evoco aquella notable velocidad para el esprín corto y mi resistencia en las carreras de media distancia, me duelo al pensar que quizás, en el fondo, me estaba manifestando para que los que ahora nos manejan pudieran ejercer. ¡Sabios y astutos sus padres y abuelos, que supieron magistralmente movilizarnos!
A mí, personalmente, me desagrada ver reproducida la imagen de las ovejas como símbolo de pueblo, en general, o de pueblo catalán o catalanistas-independentistas en particular (y no sólo porque acostumbre a balar mientras me peino). Es muy probable que esté equivocado cuando opino que las masas más bien son víctimas que se parecen a la “tabula rasa” sobre la que todo mandamás puede escribir lo que le pida el cuerpo o lo que le sea más conveniente en cada momento. ¿Cómo, si no, explicarnos que un mismo pueblo aúpe a su guía y luego le repudie o las fidelidades casi absolutas de los ciudadanos de Corea del Norte, de los españoles del franquismo, de los separatistas de Mas y compañía, etc?
La imagen de las ovejas no va dirigida a 'los catalanes'. Soy consciente de que Cataluña es una sociedad plural. Sin embargo, hay suficientes ovejas como para que gobiernen los que gobiernan. Los que dicen 'España nos roba' y mentiras similares. entre otras cosas.
Creo que las personas mayores tienen que responsabilizarse de sus actos. Todo pueblo tiene el gobierno que se merece, si puede elegirlo.
Nunca hay una situación perfecta desde la que decir que 'las masas' son víctimas. En cierto sentido, sí. Pero no podemos tratarlos como irresponsables. Solamente los menores de edad y los deficientes psíquicos.
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