DEMOCRACIA ESPAÑOLA.
El nacionalismo separatista,
junto a sus terminales mediáticas y políticas, especialmente una parte de
Podemos y otra del PSOE, empieza a percatarse de que el proyecto español de Ciudadanos los arrasará.
También el PP siente el peligro que se cierne sobre su futuro con Ciudadanos.
Van a por Rivera. Quieren
eliminarlo. Pero ya es tarde. Ciudadanos es la única referencia seria para
salvar lo mejor de la democracia del 78: su adjetivo. Nunca
un adjetivo ha sido tan importante como el sustantivo: o la democracia es
española o no es. Con ese sencillo eslogan Ciudadanos manda y fija la agenda
política. El designio de Ciudadanos se ha convertido en la principal referencia
de la política española.
Sin embargo, el periodismo de tendencia, casi todo el que come
de los poderosos, trata de deslegitimar ese proyecto con las viejas vacuidades
de la izquierdona hortera
y cutre que prefiere antes apelar a la humanidad, al planeta Tierra, que ayudar
a un hombre concreto de una España fragmentada. No se
quieren enterar de que, por lo menos, la mitad de los catalanes quieren ser
españoles. Por fortuna, el periodismo de tendencia es anacrónico. Nada. No lo
siguen ni sus suscriptores. Es ridículo.
Son hilarantes sus críticas a un nacionalismo inexistente,
el español. Ciudadanos
es cualquier cosa, salvo un partido excluyente.
Los grititos de los amanerados periodistas de tendencia
reiteran la falsedad de que hay dos
nacionalismos enfrentados: el catalán y el español. Falso. No saben de lo que hablan. Así pues, sigan,
sigan gritando y aconsejando a Ciudadanos
sobre lo malo que es defender la nación española, pero es como arar en el mar.
Tiempo perdido. Sepan que el discurso de Ciudadanos sobre España es la única
referencia democrática para pasar de un Estado en decadencia a un gran Estado
que ilusione y sea capaz de conllevar el nacionalismo separatista.
Lo sabía Cambó y lo repetía
Ortega: un
Estado en decadencia fomenta los nacionalismos, un Estado es
buena ventura los desnutre y los reabsorbe. O sea el nacionalismo catalán
"sólo tiene una vía franca al amparo de un movimiento creador
histórico".
Exactamente es lo que propone Ciudadanos. Por eso, sí, están tan
nerviosos los muchachotes que prefieren hablar antes de gallegos, andaluces,
extremeños, etcétera que de españoles. Ciudadanos no sólo no tiene
miedo a nombrar a esos pueblos sino que, imitando
a Cambó y Ortega, los moviliza para
crear una empresa común: España una y diversa.
(Agapito Maestre/ld.)
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