JUEZA ALAYA Y LA MANADA.
(Mujeres inteligentes y valientes.)
Mercedes Alaya, la jueza más mediática de
España, analiza en una entrevista concedida a ABC el caso de la Manada y la
derogación de la prisión permanente revisable, así como la necesidad de
reformar el Código Penal para que no se
dé el caso de que una violación pueda estar castigada con más penas que un homicidio
o de que tres
robos con violencia cometidos por una misma persona puedan estar penados con
más penas que una agresión sexual. No obstante, Alaya pide
serenidad para abordar ese debate en frío y aclarar una laberíntica legislación
sobre los delitos contra la integridad sexual.
La sentencia de la Manada ha convulsionado España. Unos consideran que
los hechos debieron ser condenados como violación, otros como abuso sexual.
¿Cuál es su posición, dado que enjuicia actualmente muchos casos de delitos
contra la integridad sexual?
A diferencia de muchos medios de comunicación, y no
sé si del propio ministro de Justicia, yo sí he leído la sentencia y tengo
que decir que la sentencia mayoritaria y el voto particular están
extremadamente fundamentados en Derecho, con un análisis exhaustivo de la
prueba, sobre todo el voto particular.
En la sentencia mayoritaria y en el voto particular
se pone de manifiesto que la víctima en el acto de juicio cambió su versión
inicial ofrecida tanto en Policía como en sede de instrucción judicial, donde ya la suavizó un poco, aunque siguió
manteniendo el empleo de violencia e intimidación. Después, ya en el juicio, se
desdijo de eso. Teniendo en cuenta lo
anterior, con el Código Penal en la mano jamás pudieron condenarse los hechos
como agresión sexual, es decir, como un delito de violación.
En nuestro Código Penal está establecido
que sólo se considera violación cuando existe agresión sexual con penetración
de cualquier miembro corporal o de cualquier instrumento, existiendo
intimidación o violencia. Es decir, el término vulgar de violación no
coincide con el término jurídico de violación.
El ministro de Justicia, Catalá, ha levantado una polvareda al criticar
al juez que dio su voto particular en la sentencia Manada. ¿Podía opinar como
ciudadano o tendría que haberse mordido la lengua como ministro?
Por el Ministerio Fiscal, Catalá tuvo que tener
conocimiento de que la víctima había variado su versión, por lo que
efectivamente la condena por agresión sexual no resultaba posible, al menos en
aquel juicio. Tuvo mucho tiempo, desde que se celebró el juicio hasta que se
dictó la sentencia, para preparar una respuesta sosegada a la sociedad para
tratar de explicar que efectivamente el problema no era de la sentencia, sino
del Código Penal, al tiempo que podía haber planteado una reforma de futuro del
Código Penal en los términos que él considerara necesario. Además, refiriéndose
al voto particular fue a machete y llegó a humillar y a vejar, a ese
magistrado, que ha hecho un trabajo en Derecho especialmente motivado, sin que
yo pueda afirmar si tiene razón o no porque no estuve en el juicio. Con sus
palabras, Catalá ha instigado a la sociedad civil en contra del poder judicial.
(Maria Jesús
Pereira/ABC.)
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