martes, 9 de abril de 2019

LA LENGUA Y EL ESTATUT


 (NO SOMOS CATALANES. 
SOMOS BALEARES.)


LA LENGUA Y EL ESTATUT.

La transición y la Constitución del 78 supusieron la reconciliación entre españoles, pero constatamos con tristeza que 40 años después un sector político rompe el statu quo democrático y quebrantan la Constitución, el Estatut de Autonomía y la Ley en el Parlament de Catalunya para conseguir sus fines.


Aunque algunos lo miren con distancia, el independentismo catalán incluye a Baleares en su Procés. Con la excusa de la lengua mantienen una medida equidistancia, pero este celofán ha caído y la realidad está clara: es su Caballo de Troya hacia los Països Catalans y ciertos partidos y entidades de Baleares les apoyan con sus acciones pidiendo un «referéndum» secesionista para 2030.
Nos rebelamos frente a esto y proponemos una solución jurídica que existe y funciona porque ya se aplica en la Comunidad Valenciana.

 Su Estatuto de Autonomía, constitucional y legal, afirma que la lengua en Valencia, además del castellano, es el Valencià. El Estatut de Autonomía Balear ha de afirmar que la lengua en Baleares, además del castellano, son nuestras modalidades de balear, propio de cada isla: mallorquín, menorquín, ibicenco y formenterense.


Ampara esta postura nuestra realidad socio-lingüística, pues tenemos dos lenguas. Nos hacen creer que el español no es lengua propia, pero con un somero repaso histórico comprobamos que sí lo es de forma irrefutable. Incluso Juan Alcover firmaba sus cartas como «Juan» y no «Joan», como algunos nos pretenden hacer pensar.

Denominar nuestra otra lengua como «catalán» no es inocente, sino que está cargado de intención. El decreto regulador de la preautonomía balear (1978) paró el intento de incluir esta denominación de «lengua catalana» como la propia de Baleares, pero nos lo colaron en el Estatut, elevando a categoría jurídica el error de que «el catalán es la lengua propia de las Islas Baleares».
Históricamente los baleares no hemos sido nunca catalanes. Los condados de la hoy Cataluña estaban bajo jurisdicción del Rey de Francia cuando se produjo la conquista de Mallorca (de Baleares); además como condados no tenían preeminencia sobre lo que era un Reino independiente.

 Eran territorios, por cierto, de muy pocos habitantes, en los que promovía su repoblación, por lo que es inverosímil que en Baleares se produjera una llegada intensiva de «nuevos catalanes» que arrinconara a los pobladores nativos ya existentes. No cuadra que vinieran con su lengua y su cultura y al final solo quedara la lengua, abandonando sus otras costumbres, pues está claro que en gastronomía, bailes regionales, forma de construir o de vestir. Baleares tiene sus tradiciones y costumbres, propias de cada isla, bien diferenciadas de las catalanas.


Ya antes de la reconquista aragonesa se hablaba el romanç mallorquí, lengua vulgar que se mantuvo en uso durante la dominación árabe. Debido al contacto permanente entre estos territorios por la navegación de cabotaje y el comercio, Baleares recibió influencias íberas y de otras lenguas del mediterráneo oriental. Cecilio Metelo afirmaba que aquí se hablaba «Balearicum eloquium»; el filósofo árabe Ibn Sidah afirmaba que su lengua no era pura por vivir rodeado de personas que hablaban en «romans»; Ramón Llull decía haber escrito alguna de sus obras en «pla de Mallorca» y en el siglo XVI tenemos literatos que escribían en «mallorquín». 

No en vano poseemos ortografías y diccionarios de mallorquín y balear, de larga tradición y antiguos en el tiempo, muchos incluso anteriores a las gramáticas o diccionarios de catalán.


Si alguna duda le queda al lector, sepan que en Galicia también hubo este debate: «gallego o portugués» (galaico-portugués). Y lo llamaron gallego. El danés, el noruego y el sueco son otro ejemplo de ello. Son las denominadas lenguas mutuamente inteligibles, pues sus hablantes pueden entenderse correctamente entre sí, pero jurídicamente son lenguas distintas: danés, noruego, sueco. gallego, portugués, catalán y valencià. 

Así se recoge en sus textos legales.

Y no lo olviden: en 1980 se celebró en Palma el XVI Congreso de Lenguas Románicas, donde más de 700 profesores y especialistas se negaron a suscribir el documento de conclusiones que se presentó a firma, por pro-catalanista. Defendieron la diversidad, la pluralidad. No los desautoricemos ahora.


Pedimos para Baleares, para nuestras modalidades insulares propias, que el Estatut de Autonomía Balear afirme que la lengua en Baleares, además del castellano, son nuestras modalidades de balear, propio de cada isla: mallorquín, menorquín, ibicenco y formenterense. No lo dejemos de lado. Nos va en ello nuestra propia esencia, nuestra forma de ser y nuestra cultura. No hagamos que desaparezca. Así ha de estar recogido. De lo contrario ya sabemos hacia donde nos aboca el Procés. Estamos avisados. 


Toni Ballester pertenece al Grup d'Acció Balear.
Toni Deudero forma parte de Convivencia Balear.

(ElMundo/9/4/2019.)

No hay comentarios: