(La imprescindible resistencia democrática va de la mano de la emergencia democrática que estamos viviendo.
Un gobierno en funciones, socialista, que negocia para formar gobierno con los comunistas bolivarianos y con los separatistas antiespañoles de ERC y JuntsXcat, además del PNV. Otro partido antiespañol. Por no hablar de los proetarras de Bildu. No olvidemos que para el socialista Zapatero, el terrorista Otegi es un 'hombre de paz'.
Así pues, españoles de bien, espero que participen en la resistencia democrática de España. Yo, modestamente, participo en la Sociedad Civil Balear, y les animo a que hagan algo en defensa de la democracia y de España.)
RESISTENCIA DEMOCRÁTICA.
Es menester que la nación española se
enfrente al Estado español para que la democracia, esa forma de gobierno
inestable y siempre dispuesta a perfeccionarse, no se convierta en un
instrumento de profesionales del poder. La desnacionalización de España es terrorífica.
Estamos al borde del abismo.
La primera sesión de las nuevas Cortes
Generales, inicio de la legislatura, revela toda la podredumbre de un
Estado en descomposición contra la casi inexistente nación española allí
representada.
Las fórmulas de juramento o promesa de los nuevos
legisladores permitidas por la presidenta de la Alta Cámara provocan
vergüenza ajena. Esa indolente y perversa actitud solo tiene un
objetivo: apropiarse de un bien público, el Parlamento español, para
convertirlo en un negocio de particulares y separatistas.
El espacio-público político, la sede de la soberanía nacional, ese
ámbito materialmente de nadie y potencialmente de todos, fue mancillado
por todos aquellos que prometieron su cargo haciendo de España escarnio y
mofa.
Por eso, por permitir, cuando no impulsar y proteger, semejante
tropelía, ya debería haber sido relevada esa señora de la Presidencia
del Congreso de los Diputados. ¿Quién ejercerá ese cargo contra este
personaje? ¡Vaya usted a saber! Aunque los jurisconsultos y jurisperitos
de un régimen en decadencia digan que actuó de acuerdo a la ley, yo,
ciudadano español, miembro de Redes, acrónimo de Resistencia Democrática de España, pido su dimisión, porque no sólo se ha saltado la ley sino que también carece del mínimo decoro para ejercer el cargo.
Quien privatiza o, peor, se apropia de un espacio público-político
tiene que ser repudiado moralmente y perseguido judicial y
políticamente. El comportamiento de la presidenta del Congreso de los
Diputados, en el primer acto importante de esta nueva legislatura, es
impresentable en una sociedad civilizada, o sea, de ciudadanos de una nación libre e independiente
como debería ser España.
Yo repudio a la señora Batet, porque ha
atentado contra el principal bien de nuestro Estado: la nación española.
Y aunque la repudio a titulo personal, asumiendo todas mis
responsabilidades, hoy me siento arropado por otros solitarios,
solidarios, que comparten conmigo formar parte de un espacio tan
simbólico como democrático, Redes. Sí, desde esta atalaya radicalmente
democrática, exijo que la señora Batet dimita.
Trabajo y humildad, y no creerse mejores que los políticos
profesionales, son rasgos singulares de Redes, plataforma ciudadana que
nace con el objetivo único de defender la unidad de España,
razón última de la Constitución de 1978.
Resistencia Democrática de
España, Redes, es una iniciativa ciudadana que cuenta ya con miles de
potenciales adhesiones y colaboradores, porque muchos son los españoles
conscientes de que la unidad de la nación está en peligro. Esta
plataforma cívica está abierta a todos los ciudadanos de España
dispuestos a defender la nación, la única nación, España, y las
libertades individuales.
En fin, si alguien me pregunta qué es Redes,
diré con el maestro Pedro de Tena: un foco de resistencia moral,
intelectual y política contra todos los políticos, sindicalistas y
empresarios que tratan de patrimonializar las instituciones públicas
para su uso particular. Resistiremos, porque somos millones los
ciudadanos que estamos dispuestos a defender las libertades con uñas y
dientes. Nueva es la idea, naturalmente, de Redes, y ensayaremos lo que
haga falta para realizarla.
No importa el fracaso. Volveremos a empezar
de nuevo las veces que haga falta. Redes es un proyecto cervantino,
porque le importa más "el camino que la posada". Redes reivindica la
política, la democracia, como una forma de vida que no se agota en los
trapicheos de los políticos profesionales.
(Agapito Maestre/5/12/2019.)
1 comentario:
No me extraña que quieran independizarse los catalanes
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