(Solamente grupos muy sectarios y carentes de escrúpulos son capaces de organizar la de San Qintín con unas violaciones y callar, clamorosamente, con otras.
Cualquiera que no viva en las nubes sabe de qué hablo. A mi me dan profundo asco.)
Silencios clamorosos.
Actualizado
Hemos pasado del despliegue de ira con la manada de Pamplona al mutismo ante la salvaje violación de Igualada.
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