domingo, 12 de junio de 2022

ALTA TRAICIÓN

Así vive y gasta su dinero Pedro Sánchez, presidente del Gobierno |  Business Insider España

Argelia confirma: Sánchez fue chantajeado

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Sentados sobre un barril de pólvora. El asunto que acapara todas las conversaciones desde que Pedro Sánchez anunciara su decisión de regalar el Sáhara Occidental a Marruecos, la sospecha que embarga a millones de españoles desde entonces, tomó carta de naturaleza esta semana tras la denuncia realizada por el Gobierno argelino acusando a Marruecos de estar librando una guerra sucia contra España utilizando las escuchas de Pegasus y la emigración como método de presión.

 Ya no es un rumor. Es una acusación directa de Argel contra Rabat, con los servicios secretos de al menos tres países de por medio. En efecto, el Enviado Especial argelino para el Sáhara Occidental y el Magreb, Omar Belani, acusó el jueves a Marruecos de estar detrás de los ataques a móviles efectuados a ministros del Gobierno español y a su propio presidente, con objeto de forzarle con la información obtenida a reconocer la soberanía marroquí sobre el Sáhara. 

Belani ha ido más lejos, acusando a Rabat de "utilizar fórmulas amorales" y de actuar con enorme cinismo y sin ningún tipo de escrúpulos. Es el relato de un chantaje como la copa de un pino. 

Transcribo las palabras pronunciadas el jueves por la conductora de 'Noticias Mediodía' de Onda Cero, Elena Gijón, porque me parecen de una valentía inaudita en la radio española y más en una empresa del grupo Atresmedia: "Es hora de que el Gobierno desmienta de forma rotunda que Rabat está chantajeando al Ejecutivo con información sensible o comprometedora obtenida del móvil del Presidente, porque una cosa es una chapuza de graves consecuencias y otra muy distinta que el Gobierno se hubiera [se haya] avenido a perjudicar al país para que no salieran [salgan] a la luz determinados asuntos
Quedamos a la espera". Una acusación muy grave. ¿Ha reconocido Sánchez la titularidad marroquí sobre el Sáhara para evitar que los españoles sepamos lo que hay en esas dos gigas de información robados de su móvil por, según toda evidencia, los servicios secretos marroquíes? ¿Ha sido Sánchez sometido a chantaje por parte del rey de Marruecos, como afirma el citado alto cargo argelino? ¿Ha dañado gravemente los intereses de España para salvar el suyo propio?
 Estamos ante el escándalo potencialmente más grave de los ocurridos en mucho tiempo. El Gobierno Sánchez, as usual, no solo no ha desmentido nada, sino que calla cual muerto. Lo llamativo del caso es que también la oposición, sobrecogida y como asustada por la dimensión de un episodio que debería hacer saltar al Gobierno por los aires, permanece en silencio. Un caso, conviene repetirlo, que terminará llevando a un Sánchez que a estas horas debería estar procesado al banquillo de los acusados por un posible delito de alta traición
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Sentados sobre un barril de pólvora. El asunto que acapara todas las conversaciones desde que Pedro Sánchez anunciara su decisión de regalar el Sáhara Occidental a Marruecos, la sospecha que embarga a millones de españoles desde entonces, tomó carta de naturaleza esta semana tras la denuncia realizada por el Gobierno argelino acusando a Marruecos de estar librando una guerra sucia contra España utilizando las escuchas de Pegasus y la emigración como método de presión. Ya no es un rumor. Es una acusación directa de Argel contra Rabat, con los servicios secretos de al menos tres países de por medio. En efecto, el Enviado Especial argelino para el Sáhara Occidental y el Magreb, Omar Belani, acusó el jueves a Marruecos de estar detrás de los ataques a móviles efectuados a ministros del Gobierno español y a su propio presidente, con objeto de forzarle con la información obtenida a reconocer la soberanía marroquí sobre el Sáhara. Belani ha ido más lejos, acusando a Rabat de "utilizar fórmulas amorales" y de actuar con enorme cinismo y sin ningún tipo de escrúpulos. Es el relato de un chantaje como la copa de un pino. 

Transcribo las palabras pronunciadas el jueves por la conductora de 'Noticias Mediodía' de Onda Cero, Elena Gijón, porque me parecen de una valentía inaudita en la radio española y más en una empresa del grupo Atresmedia: "Es hora de que el Gobierno desmienta de forma rotunda que Rabat está chantajeando al Ejecutivo con información sensible o comprometedora obtenida del móvil del Presidente, porque una cosa es una chapuza de graves consecuencias y otra muy distinta que el Gobierno se hubiera [se haya] avenido a perjudicar al país para que no salieran [salgan] a la luz determinados asuntos. Quedamos a la espera". Una acusación muy grave. ¿Ha reconocido Sánchez la titularidad marroquí sobre el Sáhara para evitar que los españoles sepamos lo que hay en esas dos gigas de información robados de su móvil por, según toda evidencia, los servicios secretos marroquíes? ¿Ha sido Sánchez sometido a chantaje por parte del rey de Marruecos, como afirma el citado alto cargo argelino? ¿Ha dañado gravemente los intereses de España para salvar el suyo propio? Estamos ante el escándalo potencialmente más grave de los ocurridos en mucho tiempo. El Gobierno Sánchez, as usual, no solo no ha desmentido nada, sino que calla cual muerto. Lo llamativo del caso es que también la oposición, sobrecogida y como asustada por la dimensión de un episodio que debería hacer saltar al Gobierno por los aires, permanece en silencio. Un caso, conviene repetirlo, que terminará llevando a un Sánchez que a estas horas debería estar procesado al banquillo de los acusados por un posible delito de alta traición.

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