Izquierda liberal
Racismo cultural, a secas
Ha sido anunciar Mariano Rajoy que garantizará por ley poder estudiar en la lengua materna si gana las próximas elecciones generales y echársele encima todos los líderes políticos nacionalistas como lobos. El descaro ha sido tan sucio y obsceno como siempre, pero ahora sin careta. Ya no guardan las formas, ya no niegan que en Cataluña no se puede estudiar en castellano; al contrario, exigen que nadie ose pedirlo y estigmatizan a quien lo hace. (Para quien pudiera confundirse: "Estudiar castellano" no es lo mismo que poder "estudiar en castellano".)
El propio consejero de Educación, el socialista Ernest Maragall, rompió el fuego acusando al líder popular de querer "segregar" a los niños y "dividir al pueblo catalán". "Cataluña es un solo pueblo, y no dejaremos que eso suceda". Sus compañeros de Gobierno de ERC, a través de su diputado y candidato al Congreso de los Diputados, esgrimieron el "conflicto lingüístico" que provocará el PP "con el objetivo bastardo de arrancar algunos votos en España". Y así una retahíla de declaraciones que abrían Cataluña Radio y cerraban todas las primeras páginas de la prensa escrita. Tenía razón el portavoz del PSC, Miquel Iceta, cuando hablaba de "tsunami integrista" para definir la pretensión de Rajoy de garantizar que en Cataluña se pueda estudiar en castellano. Sólo que el "tsunami integrista" lo acababan de escenificar todos los nacionalcatalanistas atribúyanse únicamente para sí el derecho a estudiar en la lengua que tienen por propia y excluyendo los derechos de todos los demás.
Y para ello no han dudado en acusar a los populares de buscar la ruina del catalán, pretender la segregación escolar, avivar los conflictos lingüísticos y acabar con la cohesión social. El presidente, José Montilla se refirió a esa sobada cohesión social el pasado miércoles por la tarde en el Parlamento para mandar a los populares a la ultraderecha. Eso mismo nos decía a Ciudadanos un momento después desde la tribuna del Parlamento el vicepresidente, Carod Rovira. La paradoja era que acusaba a Rivera de ir contra el catalán, mientras éste le hablaba en catalán.
No es de recibo que por exigir estudiar en la lengua oficial de España en comunidades con dos lenguas oficiales predispongan a la población con mentiras infames como esa, ni es de recibo que por exigir estudiar en la lengua materna te acusen de pirómano social y enmascaren su racismo cultural tras la fantochada de poner en riesgo la paz social. Esa farisea indignación sólo es una coartada para ocultar la limpieza lingüística que están llevando a cabo y que nunca podrían justificar si se discutiera públicamente. Es preciso satanizar, convertir el derecho en tabú, impedir a toda costa que la población castellanohablante adquiera conciencia de sus derechos.
En realidad, la lengua es el instrumento imprescindible para construir una nación de propietarios catalanistas. Andan de obras, acarrean mitos y leyendas, están poseídos de patria. Tan fascinados están con la génesis de la nación, que atropellan derechos sin reparar en el error de la premisa de las que parten:
- Toda nación la define una lengua (premisa falsa)
- Cataluña es una nación (supuesto deseado por algunos)
- Luego Cataluña tiene una (sola) lengua. (Conclusión de evidente racismo cultural)
P.D. Tengo una duda boba: Si el PP ganase las Elecciones Generales del 9 de marzo por mayoría simple y tuviera que pactar con CiU o PNV para poder formar gobierno, ¿cómo podría cumplir su promesa de hacer una ley para garantizar el derecho a estudiar en lengua materna en las comunidades bilingües? Ya digo, sólo por preguntar.
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