Se lo merecen los profesores?
19 de Diciembre de 2008 - 09:20:18 - Pío Moa
Reparen en este párrafo del artículo de Félix de Azúa enlazado aquí el pasado día 16: "Se sabe que solo en Cataluña el año pasado 163 profesores denunciaron agresiones de alumnos (ANP). ¡Cómo debió de ser cada uno de esos ataques para ponerlos en manos de nuestra adorable Administración! ¡Y cuántos deben de producirse para que aflore esa punta de iceberg!".
¿Fascismo, como dice Asúa? De ningún modo, puro "progresismo", el resultado de una seudopedagogía "permisiva" y "antiautoritaria". Recordando la tesis de Paul Diel sobre la justicia de la vida, cabría pensar que los profesores se lo tienen bien ganado, ya que han sido ellos los impulsores de toda esa bazofia "educativa", empeorada ahora con la Educación contra la Ciudadanía. No todas las víctimas de agresiones serán progres, claro, pero comparten la responsabilidad, al no haberse opuesto nunca con energía a la demagogia de los politicastros y los desafueros de sus colegas más iluminados. El ser humano, por embrutecido que esté -- y esos chicos lo están mucho—tiene siempre un algún sentimiento de lo que está bien y lo que no lo está. Los chicos perciben, aunque sea de forma vaga, su propio envilecimiento, y también quiénes son los causantes de él, es decir, esos profesores, a quienes "castigan". ¿No hay justicia en ello?
Por lo demás es inútil discutir con tales iluminados. Pretenderán que esas cosas son bastante normales, que siempre existieron, incluso peores, etc. Si usted les recuerda que en el franquismo no pasaban, salvo como rara excepción, le dirán que entonces la educación era muy autoritaria y brutal, y de poco servirá que usted les exponga su propia experiencia, porque ellos no distinguen entre autoridad y autoritarismo, como no distinguen entre hombría y machismo, y se justifican inventando cuentos para no dormir.
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Nuestra 'educación' está por los suelos. Pero una sociedad enferma, como la española, preferirá el autoengaño. Hace falta valor moral, dignidad, para mirarse al espejo y decirse las verdades. Aquí seguiremos con pseudoexplicaciones. Que si la sociedad es muy competitiva, que si la televisión muestra mucha violencia ... Todo para no coger el rábano por donde toca. Es propio de sociedades en descomposición. Pero no hay milagros. Para salir del pozo (si es que salimos) habrá que sudar. Ya dijo Churchill, en circunstancias especialmente difíciles, lo que podía ofrecer: 'Sangre, sudor y lágrimas'. Claro que esto no es 'políticamente correcto'. Lo bonito es, por ejemplo, reclamar más derechos. De lo que sea. Y más vacaciones.
Sebastián Urbina.
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