sábado, 13 de diciembre de 2008

EN DEFENSA DE ESPAÑA


13/12/2008.



La palabra alegato, en su sentido más noble, es la que mejor conviene a esta obra. La segunda acepción que ofrece la Real Academia proviene del mundo del derecho: "Escrito en el cual expone el abogado las razones que sirven de fundamento al derecho de su cliente e impugna las del adversario". Y eso exactamente nos ofrecen Santiago Abascal y Gustavo Bueno Sánchez En defensa de España: argumentos en favor de su derecho a ser y existir, y argumentos que deshacen las falacias de quienes se lo niegan.
Pero van más allá de una mera crítica al nacionalismo, teórica y práctica. Formulan una auténtica sustanciación del patriotismo español, que no debería ser necesaria en el país más viejo de Europa, pero que se ha hecho imprescindible. La propaganda nacionalista, por antihistórica e incoherente que resulte, ha hecho mella más allá de las filas separatistas. Muchos compatriotas, ante un silencio académico, político y mediático que ha durado décadas, se enfrentan a los hijos de Sabino Arana y Enric Prat de la Riba con poco más que su sentimiento de ser españoles y su voluntad de seguir siéndolo. Y eso está bien, pero hacen falta razones incluso cuando se tiene la razón. Tal hueco es el que cubre En defensa de España. No es que sea el primer libro que lo hace, pero nos atreveríamos a decir que sí es el más sistemático, estructurado y exhaustivo.

La misma presentación del volumen aclara su paternidad. Abascal (activo militante del PP vasco, ex concejal en Llodio, diputado autonómico, presidente de la Fundación Defensa de la Nación Española y colaborador de El Semanal Digital) y Bueno (director del Centro de Estudios de DENAES y profesor de Historia de la Filosofía Española en la Universidad de Oviedo) dan nombre a un trabajo colectivo que debe mucho a la inspiración de Ricardo Garrudo y al borrador inicial redactado por Pedro Insua Rodríguez, trabajo que se prevé vaya actualizándose en sucesivas ediciones de la obra en un intento de dar continuidad a esta defensa de España en función de las circunstancias que lo requieran, que evolucionan en el tiempo.

Un planteamiento que agota el tema

Por ahora se articula en 107 tesis que responden a una veintena de preguntas: desde si existe España, o cómo definir "la nacionalidad histórica", a una explicación de lo que suponen el federalismo o el "patriotismo constitucional", pasando por una exposición detallada de las amenazas que pesan sobre España (internas formales tácitas, internas formales explícitas y externas formales tácitas) y peligros como la balcanización o la islamización. Todo, agrupado en tres grandes capítulos sobre la existencia, la esencia y la defensa de España.

Esos 107 epígrafes son variados en su concepto y hacen la lectura muy fluida: uno sostiene un argumento en positivo y el siguiente rebate un argumento contrario, o tras una aclaración histórica nos llega una afirmación de corte cuasi-filosófico. Y en cada una de ellas, una cita extensa de quienes han amado a nuestro país o de quienes, siendo españoles, lo han odiado, o bien de textos legales o referencias históricas que abarcan de la Edad Media a las controversias decimonónicas.

A los autores les mueve un principio capital: procurar una defensa puramente sentimental de España sólo lleva al enfrentamiento sentimental, "que sólo se resuelve con la fuerza de los sentimientos opuestos", situación harto indeseable. Por tanto es el esfuerzo de racionalidad lo más destacado de estas páginas, junto a transmitir la conciencia de que la defensa es imprescindible: "Es indiscutible el que España está amenazada", sostienen y justifican para quienes se escudan en el optimismo con objeto de rehuir la lucha.

Al señalar enemigos, Abascal y Bueno nos hacen también reparar en algunos que pasan desapercibidos: el federalismo como supuesta solución inocua a los separatismos, el panfilismo que cree posible integrar a partidos como PNV, CiU o ERC o un cierto europeísmo que busca la inocente disolución de los Estados nacionales en aras de la unidad superior.
Aunque la obra admite un enriquecedor debate sobre ciertos puntos que provienen de posicionamientos filosóficos concretos, en su conjunto resulta difícil discrepar de cómo se ha planteado y cómo se ha resuelto esta "defensa de España". Estamos de enhorabuena con su aparición, y con una deuda de gratitud a sus autores.(Carmelo López).

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