Publicado el 6 Mayo, 2009 |(MD)
Ante la indolencia de muchos países y la gran preocupación de otros pocos, uno de los mayores exponentes del extremismo islámico, el Talibán, avanza amenazadoramente sobre Islamabad, la capital de Pakistán, el sexto país más poblado del mundo y el segundo entre los musulmanes, después de Indonesia.
Pakistán, con una población de casi 173.000.000 de personas, de las cuales el 97% profesan el Islam, está localizado en Asia del Sur y converge con Asia Central y Medio Oriente. Posee 1.046 kilómetros de Costa a los largo del Mara Arábigo y del Golfo de Omán en el sur, limitando con Afganistán e Irán en el oeste, con India en el este y también con China en el lejano nordeste.
La densidad poblacional y ubicación geográfica estratégica, tornan a Pakistán un país clave en el escenario político mundial.
En 1998, el prominente científico de nacionalidad pakistaní Abdul Qadeer Khan, quien paradójicamente nació en la ciudad de Bhopal, India, consiguió después de varios años de trabajo, sorteando las sanciones (similares a las que se intentan aplicar actualmente a Irán) con las que lo acuciaban Estados Unidos y Europa, dotar a su país del mortífero arsenal nuclear que lo equiparaba a su vecino e histórico rival India, con el que el Estado musulmán se enfrentó en dos ocasiones después de su independencia en 1947. El doctor Khan, héroe nacional para los pakistaníes, se convirtió posteriormente en una pesadilla para los estadounidenses, en virtud que él y una red ilegal, aprovechando sus conocimientos, comenzaron a hacer negocios con países enemigos, vendiéndoles tecnología y material nuclear. Reportes afirman que el doctor Khan se entrevistó en el pasado con el mismísimo Osama Bin Laden, quien obviamente estaba interesado en sus investigaciones. Según expertos en energía atómica a nivel mundial, Libia, Corea del Norte e Irán, fueron algunos de los clientes del científico que estuvo hasta hace unos meses en arresto domiciliario por presión de USA y ahora goza de libertad vigilada.
Jaqueada por una sucesión de sanguinarios ataques integristas, Pakistán atraviesa un estado de inestabilidad extrema. Según la opinión de la mayoría de expertos es el país sindicado con más posibilidades de transferir tecnología nuclear a los terroristas. En el 2007, el 35% de los analistas, conjeturaba que Pakistán era quien tenía más chance de constituirse en la próxima sede de Al Qaeda, ahora, más de la mitad comparte esa opinión.
Estados Unidos, que hasta el momento tiene una actitud timorata con respecto a Irán, que busca denodadamente desarrollar tecnología nuclear, ha mostrado signos de evidente preocupación ante el implacable avance del extremismo islámico en Pakistán, aliado de Washington en la lucha contra los talibanes y único país musulmán que posee la bomba atómica.
El régimen Talibán, calificado por la ONU como el más misógino del planeta, fue derrocado por las fuerzas de coalición lideradas por los EE.UU. luego de más de 6 años de controlar Afganistán.
La victoria de los aliados parece ser pírrica. Según el último Balance Militar elaborado por el Instituto Internacional de
Estudios Estratégicos (IISS, sus siglas en inglés), la OTAN está perdiendo la batalla en Afganistán a causa de las fricciones dentro de la alianza. El mes pasado el diario británico Telegraph informaba que los talibanes están intensificando los ataques suicidas con bombas y la expansión de sus operaciones en zonas que antes se consideraban tranquilas.
Al mismo tiempo, los miembros de la OTAN tienen discrepancias para definir lo que constituye el “éxito” en Afganistán, cuando la crisis económica mundial, afecta los presupuestos militares de la alianza y Barack Obama exhorta a sus aliados europeos a enviar más tropas en un intento de forzar un avance estratégico.
En abril The New York Times, publicó que había caído en manos de los talibanes uno de los distritos más importantes y estratégicos de Pakistán, llamado Buner que está situado a 100 kilómetros de Islamabad y donde residen alrededor de un millón de personas. El día 30 del mismo mes, el ejército pakistaní anunció la recuperación de Buner, que es la principal ciudad del estratégico valle del mismo nombre que había sido tomada por la insurgencia talibán pocos días antes. Efectivos militares desembarcaron en la zona desde helicópteros y confrontaron en un feroz combate con los talibanes, a los que les han causado al menos 50 víctimas fatales en dos jornadas. Según un portavoz del Ejército, el dominio de Buner por su proximidad con Islamabad, por parte de los sediciosos extremistas, constituía una grave amenaza para la estabilidad de todo Pakistán.
Washington, por su parte teme la desintegración del Estado pakistaní. De acuerdo a un reporte de la CNN, la Secretaria de Estado Hillary Clinton no dudó en advertir que el Gobierno de Alí Azif Zardari ha fracasado en su política para combatir a los talibanes.
“Creo que no podemos infravalorar la seriedad de una amenaza existente en el Estado de Pakistán por el avance terrorista, ahora están a unas horas de Islamabad”, dijo Clinton ante el Comité de Asuntos Exteriores. En su primera comparecencia ante los legisladores desde que es secretaria de Estado, Clinton aseguró que el objetivo primordial de la Administración de Obama es combatir a Al Qaeda en la región, tanto en Pakistán como Afganistán, y pidió redoblar el esfuerzo militar y civil en la zona. Clinton llegó a calificar el problema paquistaní como “amenaza global”. La nueva política de Obama dedica más dinero y soldados a Afganistán y busca implicar más a Pakistán en la lucha contra Al Qaeda. Asimismo incorpora un enfoque más social y político al conflicto, cooperantes civiles, ayuda humanitaria y lucha contra la corrupción.
Como corolario, Pakistán recibirá 5.280 millones de dólares para combatir la insurgencia talibán, por parte de 31 países que asistieron ayer en Tokio a la conferencia de donantes auspiciada por Japón y el Banco Mundial. La cuantiosa suma que debe ser entregada en un plazo de dos años, está destinada a restaurar la estabilidad en las regiones fronterizas con Afganistán, donde Al Qaeda se ha fortalecido en los últimos meses.
La ayuda pretende, al mismo tiempo, aliviar las dificultades económicas del Gobierno paquistaní, acuciado por la deuda externa, y está orientada a mejorar la red de salud y educación con el fin de frenar el creciente apoyo popular a los grupos islamistas violentos. Con el mismo objetivo, el Fondo Monetario Internacional prestará a Pakistán 5.800 millones de euros con un plazo de devolución de dos años.
El presidente paquistaní, Alí Azif Zardari, viudo de la asesinada Benazir Bhutto, quien había estado preso 20 meses por cargos de corrupción y tenía vedado desempeñar cargos públicos, prometió a los donantes que hará todo lo posible para enmendar su economía y controlar a los rebeldes. “Si nosotros perdemos, el mundo también pierde”, afirmó. EE UU y Japón hicieron la aportación más elevada de la cumbre, con mil millones de dólares cada uno. La administración de Barack Obama ha declarado que Pakistán es clave para restaurar la paz en Afganistán.
Al igual que el movimiento terrorista Hamas, que creció y se hizo popular en virtud de la corrupción imperante en la era de Yasser Arafat, también por los mismos motivos, gana espacio el Talibán, que se rige por la Sharia (ley coránica), que en su medieval primitivismo, niega a las mujeres y niñas los derechos civiles básicos, como educación, salud, asistencia médica y trabajo.
Los talibanes que en el 2001, indignaron a la comunidad internacional destruyendo las famosas estatuas gigantes de Buda en Bamiyan, tratan a las mujeres peor que a sus animales. Las restricciones y maltratos contra ellas por parte de los talibán incluyen:
1- Completa prohibición del trabajo femenino fuera de sus hogares, que igualmente se aplica a profesoras, ingenieras y demás profesionales. Sólo unas pocas doctoras y enfermeras tienen permitido trabajar en algunos hospitales en Kabul.
2- Completa prohibición de cualquier tipo de actividad de las mujeres fuera de casa a no ser que sea acompañadas de su
mahram (parentesco cercano masculino como padre, hermano o marido).
3- Prohibición a las mujeres de cerrar tratos con comerciantes masculinos.
4- Prohibición a las mujeres de ser tratadas por doctores masculinos.
5- Prohibición a las mujeres de estudiar en escuelas, universidades o cualquier otra institución educativa (los talibán han convertido las escuelas para chicas en seminarios religiosos).
6- Requerimiento para las mujeres para llevar un largo velo (burka), que las cubre de la cabeza a los pies.
7- Azotes, palizas y abusos verbales contra las mujeres que no vistan acorde con las reglas talibán o contra las mujeres que no vayan acompañadas de su mahram.
8- Azotes en público contra aquellas mujeres que no oculten sus tobillos.
9- Lapidación pública contra las mujeres acusadas de mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio (un gran número de amantes son lapidados hasta la muerte bajo esta regla).
10- Prohibición del uso de cosméticos (a muchas mujeres con las uñas pintadas les han sido amputados los dedos).
11- Prohibición a las mujeres de hablar o estrechar las manos a varones que no sean mahram.
12- Prohibición a las mujeres de reír en voz alta (ningún extraño debe oír la voz de una mujer).
13- Prohibición a las mujeres de llevar zapatos con tacones, que pueden producir sonido al caminar (un varón no puede oír los pasos de una mujer).
14- Prohibición a las mujeres de montar en taxi sin su mahram.
15- Prohibición a las mujeres de tener presencia en la radio, la televisión o reuniones públicas de cualquier tipo.
16- Prohibición a las mujeres de practicar deportes o entrar en cualquier centro o club deportivo.
17- Prohibición a las mujeres de montar en bicicleta o motocicletas, aunque sea con sus mahrams.
18- Prohibición a las mujeres de llevar indumentarias de colores vistosos. En términos de los talibán, se trata de “colores
sexualmente atractivos”.
19- Prohibición a las mujeres de reunirse con motivo de festividades como el Eids cono propósitos recreativos.
20- Prohibición a las mujeres de lavar ropa en los ríos o plazas públicas.
21- Modificación de toda la nomenclatura de calles y plazas que incluyan la palabra “mujer.” Por ejemplo, el “Jardín de las Mujeres” se llama ahora “Jardín de la Primavera”.
22- Prohibición a las mujeres de asomarse a los balcones de sus pisos o casas.
23- Opacidad obligatoria de todas las ventanas, para que las mujeres para que las mujeres no puedan ser vistas desde fuera de sus hogares.
24- Prohibición a los sastres de tomar medidas a las mujeres y coser ropa femenina.
25- Prohibición del acceso de las mujeres a los baños públicos.
26- Prohibición a las mujeres y a los hombres de viajar en el mismo autobús. Los autobuses se dividen ahora en “sólo hombres” o “sólo mujeres”.
27- Prohibición de pantalones acampanados, aunque se lleven bajo el burqa.
28- Prohibición de fotografiar o filar a mujeres.
29- Prohibición de imágenes de mujeres impresas en revistas y libros, o colgadas en los muros de casas y tiendas.
Aparte de las anteriores restricciones a las mujeres, los talibán también dictaminan:
Prohibido escuchar música, no sólo a mujeres sino también a los hombres.
Prohibido ver películas, televisión y vídeos, a todas las personas.
Prohibido celebrar el tradicional año nuevo (Nowroz) el 21 de marzo. Los talibán han proclamado que esa festividad es pagana.
Han desautorizado el día internacional del trabajo (1º de mayo), porque es tachado de festividad “comunista”.
Han ordenado que toda aquella persona con nombre no islámico, se lo cambie.
Obligan a la juventud afgana a raparse el pelo.
Ordenan que los varones vistan indumentaria islámica y lleven gorra.
Ordenan que los hombres no se afeiten o recorten sus barbas, que deben crecer lo bastante como para caber en un puño bajo
la barbilla.
Ordenan que todo el mundo acuda a las oraciones en las mezquitas cinco veces al día.
Prohibido el cuidado de pichones y el adiestramiento de aves, describiéndolas como actividades no-islámicas. Quienes violan esta norma son encarcelados y los pájaros deben morir. El vuelo de cometas también ha sido vetado.
Obligan a todos los espectadores, cuando animan a deportistas, a cantar Allah-u-Akbar (Dios es grande) dando aplausos.
El atavismo Talibán, no requiere más ejemplos. Ante el frágil Gobierno de Pakistán y la posibilidad que movimientos extremistas islámicos se apoderen de la bomba atómica, o Irán consiga la suya, ¿imagina Occidente su destino?
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Creo que deberíamos enviar a Zapatero, la Pajín, los titiriteros y los progres reunidos a dialogar con los talibanes. Ya está bien de fascismo opresivo, pegando tiros y lanzando bombas. ¡Viva el talante dialogante!
Aclaración. No me siento compatriota de toda esta gente. Espero que a ellos les suceda lo mismo. No, no me refiero a los talibanes que por supuesto. Me refiero a los progres.
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