viernes, 6 de noviembre de 2009

CHIVATAZOS.









TERESA JIMÉNEZ BECERRIL ESPERANDO A RUBALCABA.

Viernes , 06-11-09 (ABC)

MIENTRAS la vicepresidenta del Gobierno ironiza diciendo que el PP puede esperar para obtener respuesta a la pregunta de quién dio el chivatazo en el bar Faisán, las víctimas de ETA se desesperan y no comprenden ni el cómplice silencio de Fernández de la Vega -que, dicho sea de paso, las acusó de malintencionadas cuando se manifestaron contra la política antiterrorista de Zapatero-, ni la urgencia de la Fiscalía por archivar un caso que sigue abierto en la mente de muchos españoles.

Y en esta España de «caza de brujas», donde acusar se ha convertido en el deporte nacional, me uno al coro de acusadores, en este caso por una causa más que justa: evitar que quien permitió que ETA burlase la vigilancia policial que investigaba su financiación no pague por uno de los hechos más grave de nuestra democracia.


Acuso al jefe de Policía que dirigía la operación y responsabilizo al ministro del Interior de no llegar hasta el fondo de este vergonzoso y peligroso chivatazo. Exijo al presidente del Gobierno que haga lo que tiene que hacer, asumiendo la responsabilidad de que se investigue este inaceptable soplo, para despejar así las dudas que caerían sobre su Gobierno si se archiva este caso sin abrir una comisión de investigación que explique a los españoles quién avisó al que recaudaba dinero para ETA de que estaba siendo controlado.


A quienes aún tengan dudas sobre la gravedad del asunto y opinen como la vicepresidenta del Gobierno, que el PP quiere volver a las andadas, y que quienes pedimos saber que pasó en el bar de Irún somos unos crispadores, les diré que ETA para matar necesita dinero con el que pagar pistolas, coches, pisos y demás gastos de su red asesina en la que juegan un papel principal los soplones, quienes, junto con los matones, son los responsables de a pie de los asesinatos. Los que ordenan desde las alturas se financian de otro modo, con subvenciones estatales que recauda directamente de nuestros bolsillos: ANV.


Para asesinar se necesitan billetes frescos que cobra un colaborador de la banda. Prueben a imaginar la escena del recaudador de los terroristas recibiendo una llamada que le comunica que está siendo vigilado, el cobrador guarda su maletín para darselo a los terroristas en mejor ocasión, es decir, cuando dejen de vigilarlo. Lo escandaloso de este asunto es que el «soplón» pertenecía a la Policía y además estaba muy bien informado de la operación de vigilancia que se estaba llevando a cabo. Es como si los guardias que vigilan a los traficantes les dijeran que eligieran otra ruta porque ésa estaba vigilada. Increíble, pero cierto. Yo no sé a ustedes, pero a mí, visto que mi hermano, al igual que tantos otros inocentes, fue asesinado por una pistola que se pagó con dinero igual al que se recaudaba en el bar Faisán, y sus asesinos planearon su crimen en un piso en Sevilla alquilado con dinero idéntico al que estaba en el maletín que no se incautó por orden de alguien, cuya identidad desconocemos y que permitió que ese dinero llegase a manos de aquéllos que más temprano que tarde volverían a asesinar.


Visto que conozco bien el dolor que esos billetes manchados de sangre pueden causar y con la fuerza moral que me da el ser una ciudadana española que lleva muchos años viendo funerales y compartiendo el noble sacrificio de todo un pueblo que no se pliega a las exigencias de una organización terroristas, pido a la señora Fernández de la Vega, al señor Rubalcaba o al señor Zapatero que respondan a mis preguntas, que no tienen nada de infantiles, porque yo no soy ninguna niña, sino una mujer que lucha contra el terrorismo y tiene derecho a saber,


¿Por qué se apagaron las cámaras que vigilaban el bar Faisan, y ahora tenemos un video con cortes que no puede ser utilizado? ¿Quién era el responsable de la operación y quién ha llevado a cabo la investigación de lo que pasó? ¿A quién daban cuenta los policías de sus investigaciones y cómo es posible que en tres años no hayan encontrado al culpable del chivatazo? ¿Por qué quiere la Fiscalía cerrar este caso? ¿A quién beneficiaría que este caso se cerrase?


Está claro que no beneficiaría a las víctimas del terrorismo, ni a la sociedad española, que podría poner en duda el funcionamiento de la Justicia. Así que no nos queda más remedio que seguir esperando a Rubalcaba, aunque después de su brillante actuación delante de los españoles cuando soltó a De Juana Chaos por motivos de salud, no sé si soportaríamos otra película como aquélla, con un ministro del Interior apareciendo ante los medios con semblante compugido para explicarnos que en el bar Faisán el soplo se hizo ¡por motivos humanitarios!

1 comentario:

nika dijo...

No se puede decir más claro.
Lo del video no tiene perdón de Dios y es una prueba más de lo que son capaces de manipular los tiparracos que tenemos en el Gobierno. Después hablan de conspiranoias... yo los creo capaces de todo ¡qué miedo dan!

saludos