(CARMEN ÁLVAREZ VELA.)
LOS CUATRO NOES Y OTRAS ABERRACIONES
Algún
día tendremos que hacer el elogio del varón porque lo que se está
haciendo con él no tiene nombre. La moda de decir —porque no es más que
una moda mezquina— que los hombres son potenciales violadores
es de querella.
No creo que tuviera mucho recorrido judicial, pero es
como para ir a por ellas con todo. ¿Por qué tiene que soportar eso una
persona en televisión o en cualquier foro? ¿Somos conscientes de la
gravedad de las palabras?
Estas muchachas de mente retorcida, estas estrechas siderales y esféricas, estas lerdas peligrosas son la muestra de cómo el hembrismo es tan destructor como el machismo. Son lo mismo: tanto la hembrista o feminista radical como el machista se creen superiores a su contrario. Son dos taras de la misma moneda.
Estas tipas son los taliban occidentales. Si pudieran pondrían a todos los hombres unos grilletes —como los taliban
hacen con el burka a las mujeres— que les impidiera moverse con
soltura, no fuera que ese potencial violador que todos llevan dentro se
desboque y las agreda sexualmente en un descuido.
Su percepción del hombre es la contraria, por fortuna, a la
de muchísimas mujeres que vemos al hombre como potenciales protectores
frente a los peligros, como compañeros, como amantes y como amigos.
Porque así lo hemos vivido. Porque han sido ellos los que nos han
acompañado de noche a casa, porque con ellos hemos sido felices, porque
con ellos hemos sido madres, porque con ellos nos hemos sentido nada más
y nada menos que mujeres.
Esta es la inmensa diferencia entre estar
bien de la cabeza y ser capaces de exprimir la vida en su totalidad o
tenerla destrozada por la ideología.
(Carmen Álvarez Vela/LGI/31/8/2024.)