Sin embargo, los malos
tratos también se dan en el sentido contrario, pero estos no siempre
tienen la misma visibilidad, por diversas razones. Parecería casi que
los casos de violencia hacia hombres se esconden. De hecho la última
cifra oficial, del INE, es de 2014 y nos habla de 8 hombres muertos a
manos de sus mujeres. Y analizando los datos desde 2008 a 2014 los
masculinicidios representaron el 10,15% de las muertes en el ámbito
doméstico.
Podríamos decir que es “La otra violencia”
Las cifras oficiales aportadas por el CGPJ indican que un 25% de las denuncias por malos tratos corresponden a hombres, de los cuales uno es asesinado por su pareja por cada 5 mujeres fallecidas.
La Ley de Violencia de Género sólo contempla a las mujeres que son agredidas por hombres (dejando fuera también a mujeres lesbianas, por ejemplo), por lo que el hombre no se ve protegido por esta Ley y debe denunciar por los cauces habituales, los de la violencia doméstica, sin poder beneficiarse de los servicios especiales que el Gobierno de Zapatero puso a disposición de las mujeres.
Los hombres víctimas de maltrato suelen llevar su situación con vergüenza, ya que la sociedad y lo políticamente correcto no conciben muchas veces que una mujer pueda ser la maltratadora.
Es normal ver manifestaciones o minutos de silencio por las mujeres que han sido maltratadas o asesinadas por parte de sus parejas, lo cual es positivo y necesario, pero en muy rara ocasión vemos que los gobiernos o los ciudadanos salgan a la calle para denunciar la situación cuando la víctima es un hombre.
Desde este blog pretendemos dar voz a aquellos que sufren “la otra violencia”, reclamando desde aquí igualdad de derechos y condiciones, así como una ley que equipare las medias para todos, independientemente de sexos.
Queremos que esta sea una tribuna abierta, que los lectores opinen y nos cuenten sus casos, por lo que desde ya ofrecemos un altavoz a todos aquellos que tengan algo que contar.
Si queremos una sociedad, sana, de progreso, debemos denunciar y combatir cualquier tipo de violencia. Tolerancia cero y pedagogía máxima con el fin de que no haya más víctimas, de ningún género.
(Platón y Asociados/La Gaceta)
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