LOS HOMBRES SON MALOS.
(ES CIERTO QUE NO TODA LA IZQUIERDA ES IGUAL DE
IMBÉCIL. pERO TIENEN UNA GRAN AFICIÓN A LA ESTUPIDEZ. ESTE ES UN EJEMPLO MÁS. ¿APRENDERÁN ALGÚN DÍA? ES DUDOSO.
TRISTEMENTE, LA DERECHA ES COBARDE Y ACOMPLEJADA. ESTE
ES EL TRISTE PANORAMA.)
LLUVIA
DE CRÍTICAS A GUILLERMO FERNÁNDEZ VARA POR CRIMINALIZAR AL SEXO MASCULINO.
“Las mujeres no mueren, a las mujeres las matan, a las mujeres las
matamos los hombres por haber nacido mujeres.”
NO, YO NO MATO MUJERES.
Ya está bien, me niego a
aceptar ni la más mínima culpa por los delitos que yo no he cometido, por las
actitudes que no tengo. Yo no mato mujeres, señor Fernández Vara, señoras militantes del feminismo ultra, no las mato ni por ser mujeres, ni por ser mediopensionistas ni por
vestir de una u otra forma. No las mato, no las golpeo, no las maltrato. Nada.
Yo no soy un delincuente,
mucho menos un asesino.
No soy un engranaje más
de una supuesta máquina de opresión, ni un eslabón nuevo de no sé qué cadena
secular. Convivo con muchas
mujeres en mi propia casa, en el trabajo o cuando estoy entre amigos, y las
trato a todas como lo que son: personas, iguales, sin imponerles nada, pero sin
dejarme imponer ningún peso moral por asesinatos que yo condeno como el que más
y por delitos que a mí también me asquean.
Hay una estrategia clara
para socializar determinadas culpas, en algunos casos por un fanatismo
cuasirreligioso, en otros por puro rencor, en ocasiones porque es un carro del
que se espera recoger un puñado de votos, a veces por simple y llana estupidez,
pero la culpa no puede ser de un grupo social: en una sociedad
democrática con un mínimo de justicia las culpas no son nunca ni de los
hombres, ni de las mujeres, ni de los pobres, ni de los ricos… Son de los
culpables. Culpables que, por cierto, son aquellos condenados por un
tribunal tras un proceso con garantías, no necesariamente los que se señalan en
los pseudoinformativos televisivos, las primeras páginas de los periódicos o
determinadas cuentas de Twitter.
La violencia doméstica es
intolerable, cualquier tipo de
violencia ejercida contra una persona más débil es intolerable, sea esa persona
una mujer, un niño o un hombre, y que eso ocurra entre las paredes del hogar o
en el marco de una relación afectiva está claro que hace la situación mucho más
dramática y dicho comportamiento más repugnante.
Pero el problema de las mujeres
asesinadas por sus parejas no lo vamos a solucionar ni llamando a
las cosas por lo que no son, ni convirtiendo a la mitad de la humanidad en
potenciales asesinos y culpables sin juicio. Porque no lo somos, porque no debemos soportar esa infamia y porque
tampoco lo vamos a consentir.
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