(Además de los políticos irresponsables- entre los que han destacado por su zafiedad demagógica, socialistas y podemitas-, tenemos las cadenas de siempre, la Sexta, la Cuatro y TV3. Su pestilencia es destacable. Añado, también Rivera. ¡Qué pena!
Y la derecha, especialmente el PP, destaca por su idiotez en materia de comunicación. Estas cadenas de progreso llevan más de un mes con el caso Cifuentes y callados como progresistas por el caso de los ERE.
Gentuza de progreso, sí señor.)
POLÍTICOS IRRESPONSABLES.
El presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Supremo, Carlos Lesmes, ha contestado a las manifestaciones contra la sentencia del caso La Manada, con especial mención a los políticos que han criticado con dureza el contenido del fallo y a los jueces que lo firmaron.
Lesmes señala que el tribunal ha valorado "minuciosamente" todos los elementos de prueba de acuerdo "a lo establecido por la ley" y la jurisprudencia y destaca que son ésos "los únicos criterios a los que están sometidos los jueces sin perjuicio de las posibles discrepancias que puedan existir". Añade que dichas discrepancias pueden "hacerse valer" mediante el "sistema de recursos" vigente en nuestro país.
Sobre las manifestaciones, destaca que todas las decisiones judiciales están "sin duda sometidas a crítica pública" y que dicha crítica está "amparada por la libertad de expresión". Después, se centra en los políticos que se han sumado a los ataques a los jueces:
"Cuando las críticas consisten en descalificaciones emanadas de personas que ostentan responsabilidades públicas, se compromete gravemenete la confianza que nuestro sistema de justicia merece de los ciudadanos, debiendo recordarse que es nuestra Constitución la que establece una justicia impartida por jueces y magistrados profesionales, independientes e imparciales".
Concluye Lesmes destacando que "son los jueces y magistrados el más importante baluarte para la protección y defensa de todas las víctimas".
LA MANADA POPULISTA CONTRA
MONTESQUIEU.
(Subtítulo: Políticos de mierda, Rivera incluido.)
Montesquieu no murió aquel día ya tan remoto en que el mediano
de los hermanos Guerra anunció urbi
et orbi su deceso. Montesquieu murió de verdad hace apenas
unas horas, cuando los máximos dirigentes de tres de los cuatro partidos
principales del Reino de España, los que juntos suman la mayoría absoluta de
los escaños de las Cortes, corrieron a sus respectivas cuentas de Twitter para,
cada uno por su lado, dejar a los pies de la manada de la opinión pública al
tercer poder del Estado, el mismo cuya independencia presunta juran y perjuran
defender el resto de los días del año.
Y es que, por lo visto, los
señores Rivera, Sánchez e
Iglesias, entre
otras prodigiosas cualidades, poseen la muy insólita capacidad para poder leer
e interpretar 371 folios de densa y abstrusa prosa jurídica, los que abarca el
contenido íntegro de esa sentencia de la Audiencia de Pamplona, en apenas una
hora.
Así, con las impresoras aún humeantes tras verter esos 371
folios, a Rivera, Sánchez e Iglesias, a los que también habrá que suponer un
documentado y meditado conocimiento de todos los pormenores del sumario
(incluido el contenido de la prueba de cargo decisiva en el proceso, un vídeo
de lo acontecido dentro de aquel portal que, en tanto que pieza declarada
secreta, solo los tres jueces podrían haber tenido acceso a visionar), les
faltó tiempo para enmendar
la plana al Poder Judicial.
De ahí que mientras que el grueso de los especialistas en Derecho Penal
consultados por la prensa se siguen absteniendo de emitir juicios contundentes
sobre el particular ante la dificultad para poder verter una opinión
documentada, los tribunos Sánchez,
Iglesias y Rivera, con sus respectivas mantas liadas a la cabeza, anden
lanzados en busca del aplauso fácil y barato de la calle.
Una calle previamente caldeada, y durante meses, por los
mercaderes de morbo y morralla sensacionalista de las televisiones, que vieron
desde que saltó el caso una fuente inagotable de maná en la explotación
comercial intensiva de sus aspectos más sórdidos.
Porque en España se producen decenas de ataques sexuales contra
mujeres en los que la componente de la violencia expresa y cruda, mediante por
ejemplo el uso de navajas u otro tipo de armas blancas, resulta indubitada;
ataques que muchas veces conllevan graves lesiones físicas para las víctimas. Y
sin embargo los señores Sánchez, Rivera e Iglesias solo han concedido pronunciarse,
y con la rapidez del rayo, en este no tan obvio que ahora nos ocupa.
Pues a los señores Sánchez, Rivera e Iglesias lo que más les preocupa
es no perder comba del populismo
periodístico. Poco importaba que esos cinco sujetos del
portal hubieran sido condenados a nueve años de prisión en una sentencia que
todavía será recurrible ante dos instancias superiores más. Poco importaba
porque los jefes de pista del gran circo de las televisiones ya habían emitido
previamente su particular sentencia, la única que, legitimada por los medidores
de audiencias, podía tener validez efectiva.
Y de ahí, en la medida en que tres profesionales del Derecho se
han atrevido a discrepar del inapelable veredicto popular, populista y
populachero tras haber ocupado cuatro meses de sus vidas en elaborar un
razonamiento jurídico conforme a los contemplado en nuestro Código Penal, la
ira tuitera de Rivera, Sánchez e Iglesias haya caído sobre ellos. ¿Quién dijo que los populistas habían
perdido las elecciones en España?
(José Garcia Domínguez/ld.)
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