Resulta que VOX (un partido que respeta la Constitución española aunque no la interprete como, por ejemplo, el PSOE) es peor tratado- por los medios de comunicación- que ERC y PdeCat, o Bildu, partidos contrarios a España y a la Constitución española.
Incluso un presidente (aunque sea un 'okupa' como Sánchez) recibe a un golpista xenófobo- como Torra- en la Moncloa. Y jamás recibiría a Santiago Abascal.
¿Cómo se entiende? Tal vez estoy equivocado yo. Y no me doy cuenta de que el verdadero peligro es VOX, en vez de ERC, Podemos, PdeCat o Bildu.
VOX PIDE PASO.
El acto multitudinario que
ha celebrado este domingo Vox en
la madrileña plaza de Vistalegre contribuirá decisivamente a situar al partido
de Santiago Abascal en el mapa electoral. Ya no es que el recinto estuviera
lleno hasta la bandera, de gente no precisamente acarreada; es que fueron muchas las personas que se quedaron fuera, en un ambiente
de gran excitación y entusiasmo.
El lugar fue elegido con toda intención: fue justamente en el coso de Vistalegre
donde Podemos hizo su primer gran despliegue de fuerza en términos de poder de
convocatoria, y también Ciudadanos llevó a cabo allí uno de sus actos de
masas más destacados. Ahora es Vox el que, desde ese mismo espacio tan cargado
simbólicamente, pide paso en la política nacional.
La izquierda
mediática, tan mimada
por la infausta dupla Rajoy-Santamaría, ha tocado a rebato y ha agitado al unísono el espantajo de la
extrema derecha, maniobra de agitprop especialmente
repugnante si se tiene en cuenta que son los mismos medios que se desviven
por blanquear a los criminales que
bañaron en sangre el País Vasco durante tantas décadas o que hacen el caldo gordo a la formación de
extrema izquierda Podemos, alabardera del sanguinario tirano Nicolás Maduro
y comandada por un individuo a sueldo de la República Islámica de Irán, ese
paraíso progresista donde se cuelga a los homosexuales de grúas y a las mujeres
se las somete a todo tipo de discriminaciones humillantes.
El partido de Santiago Abascal y
José Antonio Ortega Lara no es una amenaza para España y su democracia, lo sabe
de sobra hasta la siniestra izquierda sinvergüenza que lo proclama. España
y su democracia están, de hecho, amenazados existencialmente por el golpismo
separatista y el neocomunismo antisistema; es decir, por los peores enemigos de Vox,
partido que, lejos de subvertir el orden constitucional, ha rendido un servicio
impagable a la Nación judicializando el desafío separatista, pues ha complicado
sobremanera un cierre en falso del mismo en beneficio de los golpistas.
Esto es algo que han de tener
bien presente el PP de Pablo Casado y el Ciudadanos de Albert Rivera. Vox no es el enemigo: el
enemigo es el que está en estos mismos momentos incurso en un golpe de Estado y
quienes pretenden instaurar una suerte de régimen frentepopulista en lo que
quede de España.
Para el PP y para Ciudadanos, Vox
puede representar un desafío, ciertamente. Pero un desafío que puede hacerlos
mejorar y, por tanto, devenir una oportunidad extraordinaria.
España
y Libertad es una dupla que puede llevarlos a remar juntos
en asuntos de crucial importancia. Es tiempo para la reflexión audaz, no
para dejarse engañar por la maquinaria de agitprop de la peor izquierda
(Edit.ld/8/10/2018.)
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