miércoles, 21 de septiembre de 2022

DEMOCRACIA E INQUISICIÓN MODERNA

 

Democracia e inquisición moderna

Por Sebastián Urbina

Seguramente les suena eso del ‘Tea Party’. Es un movimiento que nació en USA en 2009, formado por una multitud de agrupaciones locales de ciudadanos unidos por su oposición a programas políticos que consideran estatalistas. De tendencia conservadora, aunque no es un movimiento uniforme. No solamente se opusieron a la Ley (2009) de Reinversión y Recuperación de Estados Unidos del presidente Obama, sino que también se opusieron a la Ley (2008) de Estabilización Económica de Urgencia del presidente G. Bush. La idea general es que ciertas medidas intervencionistas pueden desnaturalizar el sistema económico americano, que estaría basado en el libre mercado. Además, son desconfiados con el gasto público. Como he dicho, dentro de este conglomerado (Tea Party) hay conservadores y liberales, de diversas intensidades.

Este breve comentario sitúa mejor una editorial del diario El País, en el que decía que el ‘extremismo del Tea Party ataca a la economía mundial tras contaminar la política democrática’. ¡Nada menos! Algunos de los calificativos que utilizaba para referirse a este movimiento eran, ‘fanático’ y ‘xenófobo’.

Y todo esto ¿A qué viene? Viene, a que la cultura política dominante- tanto en USA como en España- no tolera que la derecha siga caminos propios y diferentes- o enfrentados- a los caminos de la izquierda. Los únicos verdaderos. Por ejemplo, si usted defiende el libre mercado sin complejos, o defiende la contención- más o menos drástica- del gasto público, será considerado de extrema derecha. Tratar de insuflar algo de liberalismo económico frente a la generalizada tendencia socialdemócrata, de más gasto público, es de ultraderecha. A pesar de que lo habitual es el despilfarro incontrolado. Recordemos que las acusaciones de liberalismo (también de neoliberalismo, aunque suelen ignorar qué es realmente) se hacen en contextos en los que el Estado controla-aproximadamente- el 50% del Producto Interior Bruto. ¡Menudo liberalismo!

Un ejemplo. En el mes de junio de 2019, un cargo político de la Junta de Andalucía declaraba públicamente que, uno de los ‘chiringuitos’ socialistas de promoción cultural, tenía un presupuesto de 25 millones de euros. 18 millones iban a gastos de personal y cinco millones a otros menesteres distintos al cultural propiamente dicho. ¿Qué es lo que quedaba para el objetivo oficial del ‘chiringuito’, que era la ayuda/promoción cultural? ¡Un millón de euros!

Por supuesto, no estoy diciendo que todo el gasto público sea tan absurdo y despilfarrador, pero sí digo que mucho lo es. Porque la cultura política dominante es socialdemócrata. Incluido Mariano. Queda muy bien gastar a manos llenas. Por el bien común, por supuesto. Luego ya veremos eso de la deuda y el déficit. En resumen, es mucho más progresista gastar a tope el dinero de los contribuyentes. Que han de ser molidos a impuestos para tanto gasto. Especialmente los ricos. Es lo que se vende, aunque la que recibe los mayores palos es la casi desaparecida clase media. Dejamos aparte los gastos muy justificados relativos a sanidad, educación y defensa.

Ahora pasemos del ‘Tea Party’ a Vox. Vox aparece en la escena política en 2013, y su presidente fue- y es- Santiago Abascal. Anteriormente, militante del Partido Popular. De los que estaban amenazados de muerte por ETA. De hecho, tenía que llevar guardaespaldas. Sería excesivo analizar- en este artículo- el programa político de Vox. Pero si uno entra en su web, puede leer en el artículo 3. 2 de sus Estatutos, los fines: - ‘La defensa de la libertad individual, el Estado de Derecho, el imperio de la Ley, la independencia de la Justicia y el sistema democrático’.

Si se repasan las cien medidas que se tomaron después del exitoso mitin, en Vistalegre, el 7 de octubre de 2018, no hay ni una que sea inconstitucional. Incluso sus controvertidas propuestas de reducir el Estado Autonómico y recentralizar, o disminuir, ciertas competencias, se harían respetando los cauces legales establecidos por la propia Constitución.

Entonces ¿por qué la izquierda, derecha acomplejada, y los medios de comunicación, en general, se lanzan a la yugular, situándolos fuera de la democracia? Porque no agacha la cabeza ante la izquierda. Sin embargo, Alberto se acerca al PNV para no depender de Vox. Debería darle vergüenza. Tampoco fue a la manifestación (18 Setbre.) en Barcelona, en defensa de la perseguida lengua española. Una cobardía más del centro centrado. ¿Qué se puede esperar de Alberto? Otro Mariano.

En parecidas fechas, la portavoz socialista, señora Celáa, blanqueaba a Bildu, los herederos políticos de ETA. Dijo que todos los partidos (diputados) que se sientan en los escaños del parlamento eran legales y legítimos. Esto se debía a que el PSOE (Pedro Sánchez) pactó con Geroa Bai (la marca navarra del PNV) en Navarra, para controlar el Parlamento. La jugada socialista/nacionalista se completaba permitiendo la entrada de EH Bildu (Izquierda abertzale soberanista) en la mesa de la Cámara.

Pactar con los enemigos declarados de España, como hacen los socialistas, sería legal, legítimo y progresista, pero Vox es la ultraderecha antidemocrática. Es la influencia que tiene la izquierda mediática, que incluso PP y C’s procuran no rozarse con Vox. Las apariencias son importantes.

Lo que no acepta la izquierda es que alguien pueda romper la dictadura cultural que ellos cuasi-monopolizan. Es de ultraderecha criticar el multiculturalismo, el movimiento LGTBI, el feminismo radical, cuestionar su Memoria Histórica, y lo que ellos digan.

Cada vez que usted deja de decir lo que piensa, por miedo a que le llamen ‘facha’, es una victoria de la Inquisición progresista. Y usted pasa de ciudadano a súbdito. Porque está en juego la libertad. Si el PP gana las generales y Alberto vuelve a fracasar- como Mariano-, (que no derogó ni una de las leyes ideológicas de la izquierda) el votante liberal-conservador debería quedar desengañado del PP.


Sería la imagen patética de una derecha acobardada ante la izquierda y los separatistas. Aunque lo llamen ‘gestión’.

PD. Mi amigo Gabriel Le Senne anuncia (en MD) que se afilia a Vox. ¡Enhorabuena a este excelente jurista y mejor persona!

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