miércoles, 14 de septiembre de 2022

LA EXTREMA IZQUIERDA ES UNA RUINA

 

La extrema izquierda es una ruina

Por Sebastián Urbina

Tan despreciables son- políticamente hablando- la extrema derecha como la extrema izquierda, ya que ambas juegan fuera de la democracia. Es habitual que traten de engañar a la gente, diciendo que pretenden alcanzar ‘la verdadera democracia’, hacerse las víctimas de los poderes fácticos (siempre oscuros y ocultos) y otras variadas engañifas, aunque puede haber, incluso, algunas personas honestas e inteligentes en estos páramos utópicos.

Hablaré solamente de la extrema izquierda porque ha sido y es, socio del gobierno de España, con ministros incluidos. Del brazo del socialismo populista del mentiroso Sánchez. ¡Qué bajo ha caído el PSOE!

Los que han tragado la propaganda oficial y progresista, dicen que Vox es lo mismo, pero en el otro extremo. No es cierto. Sus Estatutos dicen claramente que defienden la democracia. Además, hay otra cuestión muy importante, los referentes. ¿Quiénes son los referentes de Pablo Iglesias? Lenin, Fidel Castro y otros dictadores... Lo pueden encontrar en las hemerotecas. ¿Quiénes son los referentes de Santiago Abascal? ¿Le ha escuchado decir, alguna vez, que su referente es Franco? Nunca. Así que deje de tragar mentiras.

Tomaré algunos aspectos del programa de Unidas Podemos que conducen a la ruina. Como siempre.

Programa de Unidas Podemos. ‘Las razones que llevaron al 15M a la calle y al nacimiento de Podemos siguen intactas. Hoy en día, en España hay muchos derechos de las personas que no se respetan: el derecho a un trabajo digno y estable, el derecho a una pensión suficiente, el derecho a una vivienda asequible o el derecho a una sanidad pública de calidad. Hay, al mismo tiempo, retos de país, que son también grandes oportunidades de futuro, que siguen pendientes: una verdadera transición ecológica, una revolución en la economía de los cuidados, acabar con el machismo estructural y sus violencias o revertir la despoblación en la España vaciada. Mientras tanto, hay una pequeña minoría de grandes corporaciones y de personas que tienen mucho dinero que disfrutan de importantes privilegios fiscales frente a trabajadores, autónomos y pymes, y que hacen que el Estado tenga un enorme agujero de ingresos con respecto al promedio europeo. Esta situación injusta e ineficaz económicamente es el resultado de las políticas neoliberales fracasadas y crueles que aplicaron tanto el PP como el PSOE durante la última crisis, y es crucial que, ante la nueva recesión que muchos auguran, no se vuelva a hacer lo mismo. El programa que hoy se presenta es, de hecho, todo lo contrario a lo que hicieron PSOE y PP después de 2008.

……

Esto solo se puede hacer recortando los privilegios fiscales de la banca, de las grandes corporaciones y de las grandes fortunas, a la vez que se reduce la presión impositiva sobre trabajadores y trabajadoras, autónomos y pymes, para así aumentar los ingresos del Estado. Si viene una nueva crisis y Unidas Podemos está en el Gobierno, no se recortarán derechos por abajo, sino privilegios por arriba, y los retos de país que tenemos por delante no se paralizarán de nuevo…, aunque todo ello perturbe el sueño de los poderosos’.

Aunque debería bastar un repaso a la Historia para darse cuenta de que la extrema izquierda fracasa rotundamente (pobreza y ausencia de libertad), siempre que gobierna, me centraré en unos pocos aspectos para insistir en ello. A ver si la ‘derecha centrada’ se entera de que pactar con ellos (este gobierno) es un error político.

Por ejemplo, ‘una verdadera transición ecológica, una revolución en la economía de los cuidados, acabar con el machismo estructural y sus violencias o revertir la despoblación en la España vaciada’.

Fijémonos en la importancia que tienen ciertas palabras utilizadas en este programa de UP. Lo que sea una ‘verdadera’ transición ecológica es algo muy discutible, de modo que no sabemos en qué va a consistir. Ni siquiera los científicos están de acuerdo.

La conclusión es que la utilización de palabras o expresiones vagas, como ‘verdadera transición’, supone dar más poder al Estado. Porque el Estado- si es controlado por ellos- decidirá qué es ‘lo verdadero’. Un Estado que se preocupa por nosotros y sabe mejor que nosotros mismos lo que nos conviene. A diferencia de los organismos privados, empresarios y similares, que van siempre a favor de sus mezquinos intereses egoístas. Se trata de repetir esta patraña- con la ayuda de los medios de difusión subvencionados y sometidos- para que la gente trague la verdad oficial. Los no dispuestos a tragar la verdad oficial, serán calificados de ‘fachas’. La escoria. O sea, Goebbels en versión extrema izquierda.

Algo parecido sucede con el ‘piso para todos, todas y todes’. Alguien tendrá que pagarlo. O sea, más impuestos. Se chupará la sangre a los ricos (ellos decidirán quiénes son), hasta que no haya, o se vayan a otro país. El resultado de ahogar a los ricos es siempre el mismo. El país se empobrece. Disminuye, o desaparece la inversión extranjera. Y más intervencionismo, mucho más que los socialdemócratas de todos los partidos. Huida de capitales y huida de cerebros. De derechas, por supuesto.

Este empobrecimiento general de la sociedad, va acompañado de una intensificación de la propaganda oficial. El resultado es, también, el de siempre. Hay unos súbditos leales y empobrecidos, que no son perseguidos porque aceptan las consignas del régimen, y hay unos ‘traidores’, ‘fachas’ y similares, que son represaliados. De cada vez, el Estado es más grande y poderoso, y la sociedad civil, más pobre y empequeñecida. En eso estamos.

Y esta miseria, moral, política y económica, se repite una y otra vez. Porque no hay peor sordo que el que no quiere oír.

¡Nos gobierna una infame cuadrilla de comunistas, golpistas catalanistas y filoetarras, elegidos por Sánchez! Dime con quién andas… En su reciente debate con Núñez F., dijo que la oposición ‘sólo sabe estorbar’. ¿Se entiende, o lo tengo que explicar?

PD. La ministra de igualdad, Irene Montero acaba de afirmar: ‘Deseamos abolir la masculinidad’. Es el nuevo feminismo fascista.

¡Despierten de una p. vez!



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