viernes, 25 de noviembre de 2022

ESPAÑA INVERTEBRADA

 

España invertebrada

Por Gabriel Le Senne

Sigue Sánchez vendiendo a su madre (patria). ¡Qué caros nos están saliendo estos Presupuestos! Y no sólo por la deuda de billón y medio. A Esquerra le eliminará la sedición y hasta la malversación, cuando sea por una buena causa (gastar en ‘progresismo’ -o en progresistas- nunca puede ser malversar, sino progresar). A Podemos le aprueba la Ley del ‘sólo sí es sí’ para soltar violadores y enchironar maleducados sin presunción de inocencia. Pero eso es poco; seguimos para nota.

Ahora a Bildu le saca a la Guardia Civil del tráfico navarro. Reivindicación histórica que por fin obtienen gracias al doctorsito. ¿Veis cómo no hace falta matar, que se consigue más haciendo política? Sobre todo si se hace política después de matar. Está el País Vasco quedando desierto, punta de lanza del colapso demográfico, mas desierto euskaldún. Y bien regado de millones.

Podemos vuelve a la carga con la Ley de Bienestar Animal. Si el ‘sí es sí’ distingue por sexo, en este caso el criterio segmentador es la vertebración. ¡Ay de quien maltrate un animal vertebrado! Los invertebrados quedan más desprotegidos. Quizás sea porque quieren que nos los comamos. Pero eso será de momento, porque ya se sabe que mientras sea electoralmente rentable, esto irá siempre a más. Así que ya llegará el momento en que protejamos a los invertebrados, y luego a los vegetales, y finalmente los minerales.

Bueno, algunos vegetales ya se van protegiendo: en Mallorca están mirando de prohibir la venta de olivos milenarios. Claro que sí, son patrimonio de todos. Lo malo es que admirarlos, los admiramos todos, pero cuidarlos, eso se lo dejamos a los dueños. Así que ojo no salga el tiro por la culata, como tantas veces. Ya muchos propietarios se cuidan de que no les crezcan pinos en el jardín, que luego no les dejan talarlos y les ponen pegas hasta para podarlos. Resultado: la ley que quería proteger a los árboles, hace que no haya árboles.

Cuidado no pase lo mismo con los animales. Si van a por las mascotas urbanas, no digo que me parezca del todo mal, porque uno anda ya cansado de transitar por la calle con mil ojos por miedo a esas minas antipersona, que dice Hughes que con las otoñales hojas y la lluvia forman esa “pastita municipal” tan de moda. Verdaderas trampas resbaladizas. Pobres de los invidentes, pienso a menudo. Si salen solos, más les valdrá ir con catiuscas y quitárselas antes de entrar en casa.

Total, que quizás nuestros amados líderes, conscientes del problema, han decidido reducir el número de mascotas. Pero, considerando lo impopular de la iniciativa, y haciendo gala de su proverbial técnica legislativa -parecer tontos, pero poner toda la sociedad patas arriba mientras nos reímos-, a la Ley Antimascotas deciden denominarla Ley de Bienestar Animal. ¡Muy astutos! Para proteger a los pobres animales, vamos a poner un seguro, un examen y no sé cuántos requisitos más, hasta que haya la mitad de animales, para empezar. Que además producen CO2. ¡Problema resuelto!

Ahora, que los humanos también tenemos que adaptarnos. Sobre todo, hay que repasar un poco de biología para tener muy presente e interiorizado a qué animales podemos agredir y a cuáles no. Cucarachas, mosquitos, hormigas: invertebrados. Podemos seguir combatiéndolos con las armas de que dispongamos, incluso guerra química.

¡Ratas! ¡Ojito con tocarme una rata, ratón o topo! No digamos los pajarillos del campo, e incluso las palomas (las ratas del aire). Decía un representante de los cazadores que matar a un ratón con una escoba va a ser un delito muy grave. Ya tenemos tarea para los guardias civiles que se vienen de Navarra. ¡Raticidio en Las Gaunas! Tenemos también los recursos que vamos a ahorrar de investigar sediciosos, para destinarlos a esto. Si tiene usted una rata en la cocina, la saca educadamente, o llama a la policía, o le busca una cátedra en la Complu (recuerden lo de “Coletas, rata”: es natural que las defienda, como Irene a los burros y burras). Ni se le ocurra tocarle un pelo del lomo. Una víbora, igual: vertebrada. Por eso hay que tratar bien a Bildu/ETA.

En cambio, como España con tanta cesión se nos queda invertebrada, mucho más que cuando lo dijeron Ortega y Gasset, esos célebres filósofos (es broma, por si me lee algún podemita), pues es lícito seguir maltratándola. Agur, síganme para más consejos de supervivencia en España.

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