miércoles, 9 de noviembre de 2022

HOMBRE MALO, MUJER BUENA.

 

Hombre malo, mujer buena

Por Sebastián Urbina

Me atrevo a decir algunas cosas políticamente incorrectas y merecedoras de la más grave de las repulsas de progreso, con motivo del horrible asesinato de una niña, Olivia, la niña de 6 años asesinada por su madre, en Gijón, para no entregarla a su padre como había resuelto la justicia al concederle la custodia. Además, la madre había presentado numerosas denuncias falsas contra el padre.

Pues bien, la ministra Irene Montero- que condena inmediatamente cuando el asesinato de un hijo lo comete el padre- ha tardado dos días en condenar el asesinato de la niña Olivia, por su madre. Se ha visto obligada por la presión de la opinión pública, redes sociales y oposición parlamentaria.

¿Qué importancia tiene comentar estos acontecimientos?

Creo que hay, al menos, dos aspectos a considerar. El primero, se circunscribe a esta mujer, Irene Montero, que es, además, ministra de Igualdad, colocada por el socialista Pedro ‘el mentiroso’. Decir que su comportamiento es repugnante, me parece poco. No quisiera conocer a una mujer tan despreciable. Imagino que ella no querría conocerme a mí, lo que me alegra muchísimo.

El segundo aspecto no es personal, es ideológico. Las ideologías condicionan- no me atrevo a decir que determinan porque es excesivo- el pensamiento y la conducta de muchas personas. A veces, de una sociedad entera o partes importantes de una sociedad.

Cuando estas ideologías se consolidan por el monopolio de la violencia y el terror (comunismo, nazismo y fascismo) las posibilidades de quedar al margen son muy escasas. En estos casos, la discrepancia, y no digamos la oposición, se castigan con la cárcel. Al menos. Todos sabemos de la existencia de los campos de concentración y de los Gulags, lugares horripilantes de tortura. El fascismo eliminó a la oposición, controló los medios de difusión y reprimió a los disidentes.

En la España actual, afortunadamente, no se dan estas situaciones. La ideología dominante, hoy por hoy, engloba, entre otras, al feminismo. Más concretamente el ‘feminismo radical’, del que la ministra Montero es un buen ejemplo. ¿Qué significa ‘radical’? Que no pretenden algo ya logrado en los países democráticos, la igualdad jurídico política entre hombres y mujeres. Esto no les interesa. Por ejemplo, en España hay más mujeres jueces que hombres jueces y hay más médicos mujeres que médicos hombres. Son las consecuencias de la intolerable opresión machista.

Lo que les interesa es imponer una ideología- de género- que criminaliza a los hombres. No por lo que hacen o dejen de hacer, sino por el hecho de ser hombres. Es algo parecido a lo que hacían los nazis con los judíos. Lo grave era ser ’judío’. Ahora, lo grave es ser ‘hombre’. De ahí la campaña feminista a favor del “hombre blandengue”, promocionada por Irene Montero, que costó más de dos millones de euros. ¿Qué no harían estas fanáticas feministas si tuvieran todo el poder?

Ayudadas, eso sí, por las estúpidas hordas progresistas. O sea, los partidos de izquierda, además del silencio de los corderos de la derecha centrada. Con la inestimable ayuda de las criadas mediáticas subvencionadas. El ‘yo sí te creo, bonita’ y ‘sólo sí es sí’. Aderezado con la eliminación de la presunción de inocencia, sólo para los hombres, en la Ley de Violencia de Género. Hasta los terroristas tienen presunción de inocencia.

Pero el sectarismo ideológico puede llegar muy lejos, en su intento de imponer un ‘lecho de Procusto’. O sea, si no te sometes a lo que yo digo, eres un ‘puto fascista’. Con las graves consecuencias que puede tener esto. Entérese, esta antidemocrática y violenta basura progresista/feminista sucede en las mejores universidades del mundo. No se lo tome a broma.

El punto final de esta inmundicia se produce cuando se acepta- por miedo, conveniencia, etcétera- que la imposición ideológica no lo es. El ciudadano se convierte en súbdito, que aplaude la opresión, que ya no es tal. Llegados a este punto la coerción baja de intensidad porque los corderos balan sin parar. Y denuncian a los que no lo son.

Pero estos graves atentados a la libertad y a la dignidad de las personas, no son exclusivos de España. Aunque España es un faro resplandeciente, con golpistas, comunistas y filoetarras como socios del gobierno socialista. Si usted traga esta infamia como si fuera normal- en democracia-, puede tragar cualquier indecencia. Ánimo, vea más La Sexta, consuma telebasura y haga botellón. Verá fascistas donde le indiquen.

Ahora, respiren el hedor feminista sueco. ‘La situación de los hombres es de clara inferioridad frente a la mujer. En Suecia, la situación de discriminación de los hombres es dramática frente a las mujeres. El 80% de las personas sin hogar del país son hombres, su tasa de suicidios es dos veces y media superior a la femenina y casi medio millón de niñas o niños no ven a sus padres ya que su madre, legalmente, no lo permite.

La prostitución femenina está penada para los varones dentro y fuera del país, existiendo incluso una brigada policial especial que persigue a los hombres más allá de las fronteras suecas’. (Eugenia Lara 02/04/2015/Sierra Norte Digital)

No se resista, renuncie al hombre machista que lleva dentro y conviértase en un ‘hombre blandengue’. Le encantará que le manden, será más dócil y votará- entusiasmado- a Irene Montero. Mejor aún, si es hombre, diga que quiere ser mujer, en el Registro. Se convertirá en un ser de luz. ¡Y tendrá presunción de inocencia!

PD. Una concejal socialista de la localidad canaria de Puerto del Rosario, Aurelia Vera, ha sido denunciada por exponer ante sus alumnos de Educación Secundaria Obligatoria su idea de utilizar la «castración selectiva» de los varones en el momento del nacimiento como vía para que «los hombres dejen de gobernar». (Actuall/6/6/2019).

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