El Partido Popular es un partido abortista y esto hay que explicárselo muy bien a nuestras madres y abuelas, que son personas sensibles al triturado de embriones y fetos.
El otrora partido conservador lleva en sus estatutos la defensa de la vida y se erige en el partido de centro derecha de confianza. Sin embargo, y al igual que ante cualquiera que domine el arte de comer la oreja, cabe aplicarles la enseñanza bíblica de «por sus hechos les conoceréis».
Conde Pumpido –Herodes posmoderno y presidente del Tribunal Constitucional– llegó el pasado enero con la misión de dar prioridad absoluta a la sentencia resolutoria del recurso contra la ley del aborto de 2010, la cual lo configura como un derecho de la mujer.
El TC, ese comisariado político, responde ahora a la pregunta formulada por Felipe González al entonces presidente de la Audiencia Nacional, Clemente Auger: ¿Es que no hay nadie que le diga a los jueces lo que tienen que hacer?
(Esperanza Ruiz/La Gaceta/9/5/2023.)
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